Luego de varias semanas complicadas con bastante tensión en el medio por la clausura de la tercera bandeja popular Sur como consecuencia de “deficiencias edilicias”, La Bombonera ha sido uno de los temas más recurrentes en Boca en los últimos días.
El Xeneize se privó de contar con 5.000 hinchas en el duelo ante Central Córdoba de Santiago del Estero por la segunda fecha de la Liga Profesional y la Justicia recién levantó la clausura el mismo día en que el equipo de Hugo Ibarra recibió a Platense por la misma competición
De esta manera, el proyecto de la "Bombonera 360", una de las primeras promesas de campaña de Jorge Amor Ameal que buscaría lograr una capacidad para más de 70 mil espectadores, volvió a reflotar entre los socios y dirigentes hasta el punto tal que el próximo mes se presentará de manera oficial ante la Legislatura porteña como proyecto a tratar en el recinto.
Sin embargo, está claro que las obras llevarán mucho tiempo, por lo que en el Xeneize quieren pensar y llevar a adelante una solución más inmediata a corto plazo que pueda brindarle una respuesta favorable a todos los socios que fecha tras fecha se quejan de no poder conseguir entradas para los partidos.
Los detalles de la nueva ampliación que planea Boca en La Bombonera:
El sueño de la actual dirigencia es poder ampliar la Bombonera mediante el derribamiento de los viejos palcos que dan a la calle Dr. del Valle Iberlucea para constituir de forma simétrica el resto del anillo del estadio. Así, la capacidad de la cancha quedaría entre 78 mil y 80 mil espectadores.
A su vez, Ameal también remarcó una y otra vez que su equipo de trabajo apunta a contar con un 70% de espacios populares. Y, en esta sintonía, una de las primeras cuestiones a resolver fue la quita de los asientos que se colocaron en gestiones anteriores arriba de la tribuna de La 12, la tercera bandeja Norte: la Platea K.
Desde hace un tiempo, en Boca comenzaron un trabajo de reubicación con los abonados que tenían sus plateas en esa tribuna. Ese sector, antes ocupado por asientos, pronto volverá a lucir tan solo escalones y paraavalanchas. Según informó Infobae, el Departamento de Obras buscará terminar esa remodelación en dos tramos durante 2023, ganando mil lugares más a mediados de año y alcanzando una capacidad total de 59 mil personas a fin de año, recuperando en su totalidad las seis bandejas populares como solía ser antes en La Bombonera.
Esta cuestión se trata de una gran noticia para los miles de socios que forman parte de Boca y que partido tras partido cuentan con una enorme lista de espera con los llamados Adherentes (quienes abonan la mitad de la cuota social pero no tienen asegurado el acceso a cada partido y figuran en “lista de espera” para pasar a ser Activos).
De esta manera, de no mediar imponderables, para principios de 2024 la Bombonera tendría una capacidad de 59 mil espectadores y nuevamente dispondrá de seis populares locales, como en una gran parte de su historia desde su inauguración en 1940.
¿Cuál es la principal traba contra el proyecto 360°?
Esta claro que la nueva y posible capacidad de 59 mil espectadores no conforma a la dirigencia de Boca. Es por eso que a comienzos del mes de abril presentarán el proyecto de zonificación ante la Legislatura Porteña con el objetivo de lograr la aprobación de la reforma del sector de palcos y la construcción de tres nuevas bandejas para alcanzar la simetría total del estadio.
De prosperar, esa remodelación llevaría a La Bombonera a un total de 80 mil espectadores, con techos para la primera y tercera bandeja y ocho populares, ya que el boceto presentado por Ameal contempla que la actual Platea Inferior L y la que se construiría en espejo del lado en que hoy están los palcos pasen a ser populares, como sucede en el Cilindro de Avellaneda.
Sin embargo, el principal problema con el que se topó Ameal y todas las gestiones previas que intentaron reformar el estadio fue el de la compra de las manzanas lindantes, que representan un total de 129 propiedades. Según estimaciones del Colegio de Martilleros, un 30 por ciento de dueños que se rehúsan a venderlas, presentan problemas de títulos o que las ocupan ilegalmente.
