La presencia del máximo dirigente de la FIFA revolucionó a toda el ala política del fútbol argentino. Gianni Infantino aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza en el día de ayer con el fin de reunirse con el presidente de la AFA, Claudio Tapia, y otros tantos representantes de los equipos más importantes de Argentina.
No fue la excepción para Juan Roman Riquelme. El vicepresidente de Boca se encontró a solas con dirigente más importante del fútbol a nivel mundial en el hotel donde se alojó el suizo en Puerto Madero, previo al encuentro que mantuvo Chiqui con otros presidentes del fútbol argentino.
Aún no trascendieron muchos detalles de la charla concreta, pero si se sabe que Infantino llegó a Sudamérica con la intención de realizar el Mundial de la FIFA cada dos años y, también, una nueva propuesta para el Mundial de Clubes.
Según contó el periodista Matías Bustos Milla, el presidente de la FIFA intentará que el Mundial de Clubes tenga más equipos participantes. El suizo quiere abandonar la idea de que solo haya campeones continentales y, así poder sumar algunos equipos ganadores de ligas importantes. Ahí es donde entraría Boca y por eso tomó gran importancia la reunión entre Roman e Infantino.
Si el proyecto avanza, el Xeneize ahora tendría dos oportunidades para meterse en el certamen internacional y podría aspirar en algún futuro a ser campeón del mundo.
Fue el primer encuentro entre ambas figuras del deporte. Sin embargo, este gesto no sorprende conociendo Infantino siempre le da protagonismo a las glorias del fútbol mundial en la FIFA. En su momento también conoció Juan Sebastián Verón y se reunió, por ejemplo, con Ronaldo, Ronaldinho, Beckham, Pelé.
