Sindicatos, organizaciones sociales, partidos políticos, comunidades originarias, de campesinos y ciudadanos autoconvocados viajaron a Lima desde 21 regiones del país para participar de la gran marcha convocada a las 15 hs. (local) en la Plaza 2 de mayo, ubicada en la capital.
El reclamo principal es la renuncia de Dina Boluarte y el adelantamiento de elecciones, aunque también se pide la salida de la mesa directiva del Congreso (considerado un aliado de la presidenta) y la convocatoria a una asamblea constituyente que modifique, entre otras cuestiones, el frágil sistema político peruano.
“Por justicia, contra la impunidad” es otra de las banderas de la jornada. La muerte de más de 60 personas en las protestas que prosiguieron por tres meses a la asunción de Boluarte, aún permanecen sin respuestas. La responsabilidad directa del Ejecutivo en los asesinatos de manifestantes a sangre fría es señalada no solo por los que participan de las marchas de hoy, sino también por numerosos actores internacionales. Uno de ellos es la CIDH (Corte Interamericana de Derechos Humanos – ONU), que hace unos meses denunció a Dina Boluarte y sus ministros más cercanos por “ejecuciones extrajudiciales” y “uso excesivo de la fuerza”, a manos de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas que actuaron bajo sus órdenes.
La CGT de Perú y otros espacios organizadores de la jornada de lucha destacaron el carácter “pacífico” y “democrático” de la convocatoria, destacando además el respeto por el derecho a la protesta. Mientras tanto, Dina Boluarte la calificó de “amenaza a la democracia y al estado de derecho”, llamando “violentistas” a sus adherentes.