El fallecimiento de la Reina Isabell II dejó varios puntos importantes a resolver. Si bien este se encuentra en un segundo plano de importancia, los mayores seguidores de la realeza han alzado la voz. Muchos se mostraron verdaderamente preocupados con lo que les pasaría a los perros de la reina. A pesar de que estaba claro de que no iban a ser entregados a un refugio o algo parecido, se temía por el destino que tendría. Esto debido a que su amada dueña, quien los tuvo durante años, ya no se encuentra presente.
Te puede interesar
¿Qué pasará con los perros de la reina?
Los corgis, raza de perros, eran cuidados seriamente por los empleados reales. El hecho de haber sido las mascotas de la monarca, ya posiciona a estos animales por encima de los cuidados o tratos que tendría cualquier otro. Además, ser descendientes del perro que ella tuvo a los 18 años hace que el cariño sea aún más especial. Teniendo en cuenta que la vida de la realeza es verdaderamente importante para casi todo Reino Unido, este era uno de los aspectos de color que más intriga generaba en la gente.
Finalmente, todos mantendrán un destino aún ligado a la realeza británica. Muick y Sandy fueron los últimos, obsequiados por Andrés a su madre. Estos fueron un regalo para levantarle el ánimo tras la muerte de Felipe de Edimburgo, su esposo. También quedan con vida una dorgi llamada Candy y un cocker spaniel llamada Lissy. Tras el fallecimiento de la reina, se supo que su hijo Andrés se hará cargo de estos animales. Sarah Ferguson, su ex esposa, también se quedará con algunos. Esto fue debido a que Isabel II accedió a que los animales regresaran a su hijo, en caso de que ella muera.
En este sentido, Muick y Sandy irán con ellos dos. Muy probablemente, Candy también se sume, pero hay probabilidades de que algún miembro del staff real se la quede. Para Lissy, la cocker spaniel, aún no hay duelo o futuro definido. Este último caso desató una polémica en redes sociales, donde miles de usuarios pidieron que le busquen un lugar seguro y acorde al canino.
La Reina Isabel II tuvo 30 perros Corgis, todos descendientes de una que le regalaron a los 18 años
Durante sus 96 años de vida, Isabel II tuvo 30 perros, todos de la raza Corgi. Esta es una raza de perros pequeños, con patas cortas y nativos de Reino Unido, más precisamente de Gales. Cuando cumplió 18, sus padres le regalaron a Susan, quien fue la primera en una larga dinastía. La reina se encariñó tanto con su mascota que cuando contrajo matrimonio se la llevó a su luna de miel. Sin embargo, Susan no la acompañó durante toda su vida, pero si lo hicieron todos sus descendientes, de quienes hay registro.
El cariño de la reina hacia estas mascotas fue tal que incluso llego a tener hasta 5 o 6 a la vez. En numerosas ocasiones fue fotografiada con ellos en largos paseos, Palacio Real o incluso en la playa. Siempre que estaba rodeada o acompañada por sus mascotas se la podía ver con otro semblante, menos serio y más distendido. La BBC, principal medio inglés, compartió el árbol genealógico de los perros y sorprendió con la gran cantidad que la acompañó.
Sin embargo, también aclararon: "No todos los perros de la reina están registrados, por lo que es probable que el árbol genealógico tenga incluso más ramas que este". Al inicio se puede ver en grande y marcado con purpura a Susan. Mientras, en el final de todo el árbol se remarca de la misma manera a Willow, el último perro Corgi descendiente de Susan y que fue de la Reina. Esto sorprendió incluso a los ingleses, que a pesar de estar al tanto de su amor por los perros, no sabían de la cantidad.