En el marco de las duras negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, el Gobierno nacional confirmó que el viaje programado para hoy de los funcionarios del Ministerio de Economía a Washington, se postergó para este miércoles "por razones operativas".
El viaje estaba pautado para este martes por la noche. La comitiva argentina iba a estar integrada por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein; el jefe de Asesores, Leonardo Madcur; el vicepresidente segundo del Banco Central, Lisandro Cleri; y Jorge Carrera, uno de los directores de esa entidad. Sin embargo tuvo que ser postergado por causa de fuerza mayor.
Se sabe que los términos que traban la negociación son los pedidos devaluatorios del organismo, la forma del repago del adelanto de 10 mil millones de dólares de todos los desembolsos que quedan del año y las misiones de revisión de números, en un año electoral que modifica el panorama normal.
Hasta el momento, la reformulación del programa de Facilidades Extendidas y las gestiones para destrabar los próximos desembolsos se dieron de manera virtual. Desde el Palacio de Hacienda aseguran que “se sigue negociando, se sigue avanzando” por un nuevo acuerdo.
El Gobierno pretende reformular las pautas macroeconómicas para el segundo semestre. Desde Economía entienden que debe contemplarse el duro impacto que tuvo la sequía, la mayor de los últimos cien años en cuanto a ingreso de divisas y recaudación, ya que representó una pérdida de casi u$s20.000 millones en exportaciones agropecuarias.
Desde el Palacio de Hacienda también pedirán acrecentar el monto del próximo desembolso por encima de que se pautó originalmente para esta revisión y la posibilidad de utilizar una parte para sostener la estabilidad cambiaria.
A las tensiones existentes propias de la negociación se le suma la habitual predisposición del FMI por aplicar su clásico recetario macroeconómico. De hecho, el propio Sergio Massa recordó, durante el acto de inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, que en diciembre de 2022 el organismo pidió frenar la megaobra argumentando la necesidad de reducir el déficit fiscal.