Este lunes, el ministro de Economía, Sergio Massa, se reunirá con los principales banqueros y ejecutivos de las compañías de seguros con el objetivo de incorporarlos a un canje de deuda que permita despejar los vencimientos de deuda en pesos que se acumularon para los meses previos a las PASO.
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Aunque el Gobierno logró resultados positivos en cada una de las licitaciones que enfrentó desde diciembre del año pasado, con un rollover de más del 100% y un financiamiento neto acumulado en los primeros dos meses del año superior a los 400 mil millones de pesos, de todos modos tuvo que aceptar demandas del mercado. Los grandes inversores exigen tasas de interés más altas —la última se ubicó en 119% anual— y plazos más cortos, cuya consecuencia fue que los vencimientos de deuda se ubicaran en su gran mayoría en los meses previos a las elecciones primarias, fechadas para el domingo 13 de agosto.
A raíz de esto, la propuesta que preparó el equipo económico de Massa consiste en nuevos bonos emitidos por el Tesoro con dos modalidades: el 80% de los títulos se ajustarán por CER (inflación) y un 20% serán bonos duales (ajustan por inflación o devaluación del tipo de cambio oficial, el más alto). Este tipo de título es fundamental, dado que los inversores esperan que luego de las elecciones se produzca un sinceramiento del valor del tipo de cambio.
El Tesoro entregará a quienes participen del canje nuevos bonos en pesos a pagar entre el 2024 y 2025. De esta forma, no sólo se despejará el horizonte de vencimientos de los próximos meses, asegurando un poco de alivio a la gestión económica y reduiendo la posibilidad de una corrida cambiaria antes de las elecciones, sino que además le otorgará al próximo gobierno un inicio más holgado en materia de deuda en pesos.
A la par de esta medida, se realizará un canje de deuda intra sector público vía decreto, lo que significa que los bonos en pesos emitidos por el Tesoro Nacional que están en manos de la Anses, el Banco Central y otras reparticiones ingresarán automáticamente al canje.
