Las acciones del Credit Suisse Bank se desplomaron un 59% este lunes, luego de que durante el fin de semana fuera adquirido por su rival UBS a partir de una iniciativa del regulador suizo para brindar calma a los mercados en un contexto de pánico bancario global.
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Este lunes el UBS Group AG acordó la compra del Credit Suisse Bank por unos 3.250 millones de dólares, luego de arduas negociaciones gestionadas por el gobierno suizo y los Estados Unidos, con el objetivo de contener una crisis de confianza iniciada con la quiebra de los bancos estadounidenses Silicon Valley Bank (SVB), Signature Bank (SB) y Silvergate, y que amenaza con extenderse a los mercados financieros globales.
"Con la adquisición de Credit Suisse por parte de UBS, se ha encontrado una solución para asegurar la estabilidad financiera y proteger la economía suiza en esta situación excepcional", manifestó el Banco Central de Suiza durante una conferencia de prensa realizada este lunes en Berna.
La Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero de Suiza (FINMA) detalló que "será posible continuar todas las actividades comerciales de ambos bancos sin restricciones ni interrupciones”. A su vez, aclararon que "se coordinará con las autoridades nacionales e internacionales, a saber, la Reserva Federal de EE. UU. y la Autoridad de Regulación Prudencial británica".
Según los términos de la operación, los accionistas del Credit Suisse Bank recibirán 1 acción de UBS por cada 22,48 acciones de Credit Suisse, lo que equivale a 0,82 dólares por acción para una contraprestación total de unos 3.250 millones de dólares.
Luego de un pánico inicial, las acciones de UBS ganan terreno en la Bolsa de Zúrich. A las 13.30 hs GMT, la acción de UBS subía 2,43%, dejando atrás las pérdidas del día.
En Estados Unidos, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el presidente de la Junta de la Reserva Federal, Jerome Powell, manifestaron que “damos la bienvenida a los anuncios de las autoridades suizas, para apoyar la estabilidad financiera. Las posiciones de capital y liquidez del sistema bancario de los EE.UU. son sólidas y el sistema financiero de los EE.UU. es resistente. Hemos estado en estrecho contacto con nuestros homólogos internacionales para apoyar su implementación”.