Según informó el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el consumo de vino per cápita es el más bajo de los últimos 60 años.
El último techo de consumo fue en 2013, con 25,6 litros per cápita. Desde ese año, el consumo comenzó a caer hasta llegar a los 16,7 litros per cápita en 2023, el número anual más bajo que consta en los registros.
Se espera que este año cierre con un consumo menor al de año pasado. De acuerdo a lo publicado por el organismo durante los primeros nueve meses del 2024 los argentinos consumieron 12 litros per cápita, es decir, un 1,9% menos en comparación al mismo período del año pasado.
Dentro de las explicaciones a esta caída se encuentran las modificaciones de tendencias de consumo y el aumento del consumo de otras bebidas alcohólicas.


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Ventas y exportaciones de vino
El organismo dio a conocer que en lo que va del año las ventas internas cayeron un 2% en relación al mismo periodo del año pasado. Este año se comercializaron 6.324.387 hectólitros de vino a comparación a los 6.452.855 hectólitros que se vendieron en 2023.
Las ventas de tetra brik disminuyeron un 4,3%, las ventas del vino en damajuana bajaron un 20,4%, el vino en lata disminuyó un 12,3% y el bag in box un 28,5%.
Respecto a las exportaciones, en los primeros once meses de 2024 el país exportó 90,3 millones de litros de vino, un 5,7 % más que en 2023. De esa cantidad, 143,7 millones (75,5%) corresponden a vinos fraccionados (+3,3%) y 46,6 millones (24,5%) son vinos a granel (+13,7%).
Las exportaciones de mosto concentrado en lo que va del año son un 107,8% mayor en volumen y un 77% mayor en el ingreso de divisas que el año pasado.
La carne vacuna desaparece de la mesa familiar: el consumo está en su nivel más bajo en 28 años
La carne vacuna comenzó a desaparecer de la mesa familiar debido a los altos costos del alimento. Esto se explica en la caída del consumo, el cual está en su nivel más bajo en 28 años. Esto lo reveló un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), en el cual se aclaró que actualmente el consumo es de 47,2 kilos per cápita.
Este dato corresponde al período de enero a octubre de 2024 y muestra una disminución del 11,2% respecto al mismo período del año anterior. Como las cifras se encuentran muy por debajo de los niveles históricos, impactan significativamente en los hábitos alimenticios de la población.
Si bien la industria frigorífica logró aumentar la producción en octubre de 2024, alcanzando las 290.000 toneladas de res con hueso, el consumo interno continúa en caída.
Consumo interno de carne vacuna
Hay dos factores que fueron determinantes a la hora de hablar de la caída del consumo interno de la carne vacuna: la inflación y la pérdida de poder adquisitivo.
Miguel Schiariti, presidente de CICCRA, explicó que la carne vacuna ha sido reemplazada por otras opciones como el pollo y el cerdo, más accesibles para los consumidores. Según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el precio de la carne vacuna subió un 33% entre enero y octubre de 2024, mientras que el pollo y el cerdo experimentaron aumentos de 176% y 173% respectivamente.
Los datos relevados por CICCRA indican que la recuperación en los ingresos de los consumidores, clave para reactivar el mercado interno, no se reflejaría hasta febrero o marzo del próximo año.
La caída se evidencia aún más si se compara con la industria frigorífica. Mientras que la faena ascendió a 1,27 millones de cabezas, el nivel más alto en quince meses, el consumo interno continuó disminuyendo, con una absorción doméstica de 1,848 millones de toneladas, lo que representa una contracción del 10,2% interanual.
El peso promedio en gancho de los animales cayó un 1,1% en octubre, ubicándose en 228 kilos, un descenso atribuido al incremento en el uso de animales jóvenes durante la faena. A pesar de estas cifras, la producción total en los primeros diez meses del año llegó a 2,631 millones de toneladas, una contracción del 4,5% interanual.