Luego de la derrota ante Huracán, Vélez quedó muy comprometido con el descenso y estalló el escándalo en el club. Los barras del Fortín atacaron a algunos futbolistas del plantel tras el encuentro en Parque Patricios. Ante esto, varios jugadores habrían tomado la decisión de dejar el club, entre ellos Gianluca Prestianni, quien además fue amenazado de muerte.
No solo los futbolistas analizan irse de Vélez, sino también el entrenador Sebastián Méndez. Pero la bomba que estalló hace minutos fue la decisión que tomó Sergio Rapisarda, quien renunció a su cargo y dejará de ser el presidente de la institución.
Sergio Rapisarda renunció a su cargo de presidente en Vélez
Así lo confirmó Martín Etcheverry, quien cubre el día a día del Fortín: "Con Vélez a 2 puntos del descenso y a 3 meses de las elecciones, Sergio Rapisarda acaba de renunciar como presidente del club. En las próximas horas lo harán oficial", expresó.
Gianluca Prestianni y los detalles del ataque de la barra de Vélez a los jugadores
En el transcurso de este mediodía, el juvenil detalló lo ocurrido en una entrevista con Espn, denunciando el ataque de los barras: "Ahora estoy un podo mejor, más tranquilo. Pasó lo que ya todos saben. Llegamos a la Villa Olímpica para buscar los autos e irnos a nuestras casas. Salimos por al calle Mansilla, estaba todo oscuro, nos cruzaron los autos los de la barra y nos golpearon. Eran cinco o seis autos seguramente. Últimamente se veían mucho por el predio. No nos gustó nada eso", manifestó.
"Yo estaba solo en el auto. Salí y en un momento habían frenado a uno o dos autos, era un calle muy oscura. Frené antes y dije: ‘No sé qué hacer’. Pensé que estaban robando. Pero las personas tenían puestos los camperones azules del club y me di cuenta que eran los de la barra. Quise hacer marcha atrás, pero tenía miedo que nos alcanzaran. Cuando bajé la ventanilla nos empezaron a decir cosas y ahí fue cuando me golpearon", añadió el futbolista.
Luego, se refirió a su continuidad en el club: "Tenía ofertas antes para irme antes, pero me quedé por respeto a Vélez. Ni a mí, ni a mi familia nos gustó que me hayan pegado. Le pegaron al auto y a mí dos veces en la cara y me agarraron de la campera. Es una decisión difícil, tengo que hablar con mi familia porque son hinchas de Vélez. No sabés qué hacer, lo tengo que ver muy bien", manifestó, aunque a estas horas parece que no hay retorno sobre la determinación de dejar de ser futbolista del Fortín.
Por último, expresó: "Estamos disfrutando mucho del club y queríamos quedarnos, pero lo que pasó ayer fue terrible. Vélez es un club hermoso que nos brindó todo en las áreas y lo que pasó no nos gusta. Tuve demasiado miedo y mis compañeros no querían volver a sus casas por si los seguían. A uno le dijeron: ‘Bajate del auto o te tiro dos tiros en las patas".
