River no pudo superar a Atlético Tucumán y se volvió a Buenos Aires con apenas un punto luego del empate 0-0 en el Monumental José Fierro. Pero, más allá del resultado, la jugada que se llevó las miradas de todos fue protagonizada por Esequiel Barco, quien erró dos penales que desataron un conflicto interno con Martín Demichelis y Miguel Borja.
A los 22 minutos del primer tiempo, luego de la falta de Néstor Breitenbruch sobre Nacho Fernández dentro del área, el árbitro Nazareno Arasa marcó la pena máxima a favor del Millonario. En ese momento fue cuando comenzaron a verse diferentes escenas de una secuencia que tuvo como punto máximo la desobediencia del número 21 para con el entrenador del equipo.
A pesar de que el Colibrí tenga la pelota en sus manos, el ex jugador de Independiente hizo oídos sordos y se paró en el punto penal para ejecutar el remate. José Devecchi contuvo el primer remate, pero una invasión de área provocó una segunda oportunidad para Barco, que también fue desaprovechada con un disparo a las nubes. La historia no terminó allí, porque luego Micho decidió que Barco no saliera a disputar el complemento.
Cuando el árbitro cobró el penal, tanto Borja como Barco fueron a buscar una pelota. El delantero cafetero primero se cruzó con Facundo Colidio en el área y el ex jugador de las inferiores de Boca no le tiró lejos el balón porque vio que su compañero ya estaba listo para patear.
En el punto penal estaba Barco, Aliendro y después se suma Enzo Díaz que había hablado previamente con Demichelis en el banco de suplentes. Luego de eso, el que reaccionó fue Borja: tomó el balón que tenía en sus manos y, en un claro signo de enojo, lo pateó por el aire.
Tras la demora en la previa de la ejecución del primer penal, Devecchi le contuvo a Barco y posteriormente el VAR decidió que se debía ejecutar nuevamente por invasión en el área. Mientras los futbolistas de El Decano discutían con Araza por la reiteración del penal, el colombiano se acercó el punto penal con el mandato de Demichelis, que chifló e hizo una clara seña con sus dedos marcando el 9. La decisión estaba tomada por el entrenador: Borja era el indicado para patear, pero a pesar de eso, Barco buscó reivindicarse tras el primer penal que erró.
La TV mostró la orden de Demichelis, que en varias ocasiones dijo “No”, intentando que el número 21 no volviera a patear.. Al darse cuenta que Barco no iba a obedecer, antes mismo de la nueva ejecución, el DT le marcó a uno de sus ayudantes para que el juvenil Mastantuno se comenzara a mover. “Decile a Franco”, se ve que le dice a uno de sus ayudantes.
Por último, la secuencia mostró a un Demichelis con gesto molesto, que se sentó en el banco de suplentes en silencio masticando la bronca. Luego del entretiempo, Barco no salió al campo de juego y fue reemplazado por el joven que brilló con la Selección Argentina Sub 17.
"A cualquiera le puede pasar errar un penal o incluso dos, consideré que no estaba emocionalmente al ciento por ciento en el entretiempo como para que siga jugando en el segundo", manifestó Demichelis en conferencia de prensa. "Esequiel es un gran chico, a veces son las emociones de los jugadores por las pulsaciones, venimos ganando, quería participar porque todavía no había convertido en esta temporada. Me pidió disculpas porque no es egocéntrico y no es un chico que piense solo en él, en este caso no quería ceder la pelota pero de todo se aprende y hoy seguramente se lleve una gran experiencia", contó el DT.
Enseguida, aclaró: "Cualquiera de los dos son los encargados de patear y muchas veces ellos tienen que resolver en el campo dependiendo de sus propias sensaciones. Cuando erró Esequiel ahí sí participé en pedir que fuera Miguel, no se dio y el desenlace ya es conocido".
Sobre la decisión puntual del reemplazo, el entrenador explicó: "Es a libre interpretación para el mundo de afuera, lo que teníamos que hablar puertas adentro lo hicimos, Esequiel ya pidió disculpas, lo necesitamos muy bien, es un jugador muy desequilibrante, incluso después de errar el segundo penal se vieron situaciones erráticas para él que son atípicas y consideré que no estaba al cien por cien emocionalmente para seguir. Respeté a Esequiel para no perder una ventana ahí y que se haga cargo de la situación después de haber errado, pero no hay que dramatizar demasiado".