El domingo 30 de abril por la mañana Luis Miguel Rodríguez volcó con su camioneta en Tucumán y sufrió un traumatismo de cráneo y rostro. Inmediatamente después del choque fue trasladado al hospital Padilla, donde estuvo en terapia intensiva para mantenerlo en observación por precaución. El accidente se dio en la intersección de las rutas 157 y 308, a 120 kilómetros de San Miguel. El reconocido delantero con extensa trayectoria por el fútbol argentino regresaba a su provincia luego de un partido por la Liga Profesional de su equipo ante Instituto en el que cayó por 2-0.
Semanas después de aquel trágico choque, el Pulga volvió a entrenarse con Central Córdoba. El futbolista recibió el alta médica el pasado 4 de mayo y esta semana se reincorporó a las tareas del plantel. En este contexto, rompió el silencio y contó todos los detalles del accidente: "Fue una desgracia con suerte, pero estamos bien. Estamos acá, estamos vivos. Estoy agradeciendo todas las cosas que recibí durante este tiempo y agradeciendo a Dios y a la Virgen por darme una oportunidad de vida. Sí, fue un volver a nacer. Estoy muy contento de poder ver a mi familia. Contento de poder estar acá en el club. Estoy tratando de dejar atrás ese mal pasado", comenzó expresando el Pulga en diálogo con TyC Sports.
El Pulga Rodríguez contó los detalles de su accidente
Seguidamente, el futbolista detalló lo que recuerda del choque: "No recuerdo mucho del accidente, y tampoco me pongo a que dé vuelta en la cabeza tratando de recordar. Son cosas que pasaron, pero no me acuerdo de nada. Lo único que sé es que no salí despedido porque tuve el cinturón de seguridad correspondiente. Calculo que eso me salvó la vida de estar dentro del vehículo en todo momento. No me acuerdo cuando salí del vehículo. Sé que salí, fui a una casa, pedí ayuda, llame a emergencias. Es algo que no busco recordar en mi cabeza, perdí ese momento nada más. Me acuerdo de todas las otras cosas, que son más importantes como mi familia y que estoy jugando en Central Córdoba".
Además, confesó que su vida cambió al haber estado cerca de la muerte: "Agradezco estar vivo. En el momento que estaba en el sanatorio, lo único que quería era ver a mis hijos. Ni siquiera preguntaba si iba a volver a jugar al fútbol. No pensaba en eso. Agradecía que estaba con vida. A medida que fueron pasando los días, recién pregunté si iba a poder volver a jugar o no porque todo eso pasa a segundo plano. Uno agradece estar vivo. Con ver a mis hijos, ya me conformaba. De poder patear una pelota con mi hijo, ya estaba contento".
Luego aseguró que no quiere pensar en lo que sucedió: "No pienso en lo que pasó y cómo pasó porque si trato de recordarlo me va a hacer un poco mal. Entonces, trato de que eso quede atrás y pienso en la recuperación para estar a disposición lo antes posible y cumplir los plazos que me dio el médico", sostuvo el Pulga, y sobre su vuelta agregó: "Uno quiere estar lo antes posible, pero hay tiempos que no se pueden apurar. Hay que estar tranquilo y disfrutar de cada día. Ahora, que no estoy en Central Córdoba, disfruto con mis hijos y de poder verlos en un entrenamiento. Eso no se paga con nada".
Por último y con una sonrisa, contó que ni bien pueda va a comer un buen asado: "Primero quiero empezar a comer. Estoy flaco. Quiero comer para tener fuerza y competir, porque sino será complicado. Puedo comer pastas. Apenas me recupere, tengo que prender el fuego y hacer un buen asado. Hace 20 días que no como carne", concluyó el delantero.