Este jueves, luego de conseguir el bicampeonato de la Copa América en Estados Unidos, la Selección Argentina volverá a poner primera en las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. El combinado dirigido por Lionel Scaloni tendrá dos bajas sensibles: Lionel Messi, que todavía se recupera de una lesión en su tobillo, y el propio Ángel Di María, quien le puso un punto final a su carrera en el combinado albiceleste luego del triunfo 1-0 sobre Colombia en Miami.
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Luego de 16 años, el Fideo dará un paso al costado y verá el partido ante Chile en el Estadio Monumental desde las tribunas, como un hincha más.
Si bien no estaba asegurada su presencia, en las últimas horas se pudo confirmar que el extremo zurdo pidió permiso en Benfica para viajar a su país y llegará el mismo día del encuentro junto a su familia para, más allá de apoyar a sus compañeros, ser homenajeado en el campo de juego.
Tal como venía organizando la Asociación del Fútbol Argentino, Di Maria recibirá una plaqueta y una camiseta argentina enmarcada para el recuerdo. Allí, se espera que el futbolista de 36 años reciba una ovación inolvidable de la gente.
"Tendrá su merecidísimo homenaje. Tuve una charla con él y creo que lo mejor para todos es que venga y se retire con su gente, se sienta identificado con todo lo que nos ha dado y que sea un día especial. Ha sido un final de película para él, mejor imposible. Esa es la idea, que tenga una noche como se merece", aseguró Lionel Scaloni apenas aterrizó en Argentina este viernes por la mañana.
En total, Di María disputó 145 partidos con la Albiceleste y conquistó cinco títulos, si se cuenta el de los Juegos Olímpicos en Beijing 2008. Además, el rosarino hizo el único gol en aquella definición ante Nigeria y también fue la clave en otras citas históricas: le convirtió a Brasil para ganar la Copa América en el Maracaná, a Italia en la Finalissima 2022 y a Francia en el Mundial de Qatar 2022. La única final ganada en la que no sacudió las redes fue la última de la Copa América 2024 frente a Colombia.
En una entrevista mano a mano con ESPN, el volante de Benfica no dejó de destacar la satisfacción que siente por el cariño de los hinchas argentinos: "Las ovaciones que recibí en los últimos años fueron inolvidables para mí y para mi familia, no las necesitaba yo sino que las necesitaba más mi familia".
Completamente quebrado, el rosarino continuó: "Lo dijo muchas veces mi mujer, que ella estaba en la cancha y escuchar que me puteaban y eso, y que estaban mi viejo, mi mamá y escuchar, sufriendo, es lo que a uno le hace mal, que a uno lo lastima. Pero ahora escuchar las ovaciones al final es lo que me hace feliz, que mi vieja y mi viejo escuchen ahora el 'Di María' o el 'Fideo, Fideo' es lo más grande que hay. Ya está, no quería más nada que eso, lo tuve al final y para mí es lo más lindo", completó con los ojos llorosos.
