Llegó el día más especial para Marcos Ginocchio tras su consagración en Gran Hermano. Después de casi seis meses aislado y lejos de sus seres más queridos, el joven estudiante de Derecho visitó algunos programas de radio y televisión, dio distintas entrevistas y también asistió a eventos. Y ahora llegó el momento de regresar a la ciudad de San Lorenzo, en su Salta natal.
Allí no solo lo esperó su familia, sus amigos, sino que también una multitud de fanáticos que seguían a diario el programa. Incluso, por semejante convocatoria, se diagramó una especie de caravana en un camión de bomberos descapotable para ir saludando a sus seguidores. El viaje además incluyó un paso por la Catedral de la ciudad que por pedido especial de él, ya que quiere agradecerle a la Virgen por todo lo vivido en los últimos meses. Allí, en uno de los principales centros comerciales de la zona, Marcos se quedó saludando a los vecinos, que le pedían foto y le hacían público su cariño.
“Estoy muy contento, muy ansioso por estar en Santa, ver a mi familia, a mis amigos”, dijo el joven antes de subirse al avión en dialogo con A la Barbarossa. "Quiero estar con mi familia y mis amigos, que tanto los necesité. Voy a aprovechar el tiempo con ellos”, comentó Marcos y se conmovió al hablar de sus padres y de lo difícil que habrá sido para ellos no haber tenido ningún contacto con su hijo durante el tiempo que estuvo en el certamen.
“Estoy feliz, ver el cariño de la gente, que me saquen fotos, me den un abrazo, es super lindo. Nunca me imaginé que iba a ser así. Recibir el cariño de la gente es lo más lindo. Estoy super contento, recién ahora estoy cayendo de todo lo que pasó”, fue lo último que dijo el ganador de GH antes de despedirse de Buenos Aires para volar a Salta y reencontrarse con los suyos.
El recibimiento a Marcos en el aeropuerto de Salta:
El joven debió salir escoltado por varios policías, mientras atravesaba un pasillo de gente que gritaba por su nombre. A pesar de los golpes y el amontonamiento de personas, Marcos no dejó de sonreír en ningún momento, casi sin poder la locura que se estaba viviendo al rededor.
En el estacionamiento lo esperó un auto particular que lo llevó hasta la siguiente parada: Un cuartel de bomberos que se dispuso a hacer un recorrido por la ciudad con Marcos en el techo descapotable.