La Universidad de Quilmes contará con la materia Lengua de Señas Argentina (LSA) como asignatura optativa a partir del segundo cuatrimestre de este año. Si bien la casa de estudios ya contaba con cursos en esta línea la inclusión de la LSA en la currícula es un hito en las políticas de inclusión educativa y accesibilidad que está llevando adelante la Secretaría Académica.
A cargo de dar la materia estarán Javier Capria, quien es sordo, y María Florencia Viri, quien es intérprete. Por el momento, la expectativa es altísima ya que se llenaron rápidamente los cupos de inscripción.
Alejandra Belizan, la coordinadora institucional de Inclusión Educativa y Accesibilidad declaró en diálogo con la Agencia de Noticias científicas de la UNQ: "Será un trabajo muy interesante porque se trata de una materia totalmente diferente. Por ejemplo, el material bibliográfico no es el habitual sino que realizarán sus propios materiales didácticos. Además, hay bibliografía específica que se utiliza para la enseñanza de Lengua de señas".
Según la Organización Mundial de la Salud, 1.500 millones de personas del mundo viven con algún tipo de disminución auditiva. De acuerdo a la información proporcionada por la Federación Mundial de Sordos, existen 70 millones de personas sordas que usan lengua de señas como primera lengua. Pese a que hay 62 países donde la lengua de señas local tiene reconocimiento oficial, en Latinoamérica solo dos países no cuentan con una ley específica: Argentina y Guyana.
En el censo realizado en 2010 en nuestro país se conoció que hay más de 900 mil hogares con al menos una persona con dificultad o limitación auditiva permanente. De hecho, El 95 por ciento de ellas nace en hogares donde son todos oyentes y el 86 por ciento asiste o asistió a escuelas donde no pudieron comunicarse con sus docentes, por eso es tan importante la posibilidad que ofrece la Universidad de Quilmes.
La importancia de la lengua de señas
“El problema no son las personas que tienen alguna discapacidad sino que son los ambientes que no permiten que esa persona se desarrolle autónomamente. Para hacer espacios accesibles e inclusivos desde la perspectiva educativa no solo es necesario mejorar los espacios físicos sino también pensar qué hacen estudiantes y docentes en las aulas cuando hay alguien sordo o no vidente”, indica Belizan.
Capria, docente de la materia, sostiene que el objetivo es "poder brindarles a las y los estudiantes la posibilidad de comunicarse con personas sordas o hipoacúsicas que puedan encontrase en sus contextos de vida".
Por eso, quienes cursen Lengua de Señas Argentina además de aprender el lenguaje específico, conocerán también la cultura sorda y cómo cooperar para que las personas con disminución auditiva realmente puedan desarrollarse por sí mismas en un contexto tan dificultoso.
Cabe recordar que el diputado nacional del Frente de Todos Leonardo Grosso presentó en junio de este año un proyecto de ley para que la LSA se reconozca de manera oficial como una lengua natural originaria y que forma parte del patrimonio lingüístico y cultural de la comunidad sorda en todo el país.