A finales de enero el ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires alertó sobre un “posible brote de intoxicación alimentario” luego de que cuatro personas ingresaran al hospital Evita Pueblo de Berazategui con cuadros de diarrea agudos. Dos de ellos fallecieron en pocos días.
Los casos de estos cuatro adultos “dieron lugar a un estudio por sospecha de brote de origen alimentario”, según informó la cartera, debido a que el antecedente común fue la ingesta de carne y achuras.
Una vez analizados, los resultados arrojaron que los pacientes intoxicados tenían rastros de leptospirosis y salmonelosis. Además, dos de los cuatro internados habían comprado en la misma carnicería de Berazategui y uno de ellos (48) murió.
Que es la leptospirosis y salmonelosis
Las bacterias denominadas leptospiras son eliminadas mediante la orina de los animales infectados y así contaminan el ambiente. Las mismas pueden ser provenientes de roedores, perros, vacas, cerdos, caballos, cabras y/o animales silvestres.
Esto quiere decir que la carne o achuras que se vendió durante esa semana podría haber estado comprometida a orina de algún animal, probablemente de ratas. Algo similar sucede con la recomendación de no beber del pico líquidos que vengan en envases de lata.
Por otro lado, la salmonelosis es la infección derivada por la bacteria de la salmonella, usualmente encontrada en alimentos o agua contaminados. Esta bacteria, presente únicamente en el exterior de la carne (partes enteras de carne, no aplica en carne picada) puede ser comprometedora en bebes, niños, personas con sistemas inmunológicos débiles o adultos mayores.
La mayoría de las personas solamente necesitan la ingesta de líquidos para recuperarse y en menos de una semana estar bien de salud. Esto no quiere decir que por alguna complicación no pueda afectar a una persona adulta sana.
Cuáles son las recomendaciones que dio el Ministerio de Salud de PBA
Utilizar agua segura. Si no es agua de red: agregar dos gotas de lavandina por litro de agua o hervirla de 2 a 3 minutos o utilizar pastillas potabilizadoras.
● Lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño, después de cambiar pañales y antes de amamantar. También antes y después de preparar alimentos (en especial después de tocar carne cruda) y consumirlos.
● Mantener la higiene en la preparación de alimentos.
● Utilizar alimentos frescos, limpios, bien cocinados y recientemente preparados.
● Lavado de vegetales: lavar y desinfectar cuidadosamente con agua segura frutas y verduras sobre todo si se consumen crudas y en lo posible, pelarlas.
● Cocinar bien los alimentos: los huevos hasta que tengan consistencia dura. Si los huevos tienen olor o sabor extraño, no consumirlos.
● Las carnes deben estar bien cocidas por dentro y por fuera, hasta que pierdan totalmente el color rosado, teniendo especial cuidado con la carne picada, hamburguesas, albóndigas, empanadas, pastel de carne, achuras, etc. Cocción correcta: cocinar completamente hasta que no queden partes rosadas en su interior y sus jugos sean claros (mínimo 71°C en el centro de la pieza).
● No consumir carne si tiene mal olor al momento de prepararla o si perdió la cadena de frío. Las carnes no deben descongelarse más de una vez en caso de haber sido frizadas.
● No usar el mismo cuchillo, tabla o mesada donde se apoyó carne cruda para cortar otros alimentos, sin antes lavarlos con agua y detergente.
● Evitar la contaminación cruzada: en las áreas de preparación de alimentos limpiar y desinfectar las superficies, las tablas de cortar y los utensilios después de que hayan tomado contacto con carne cruda y/o sus jugos.
● Separar las carnes crudas y/o sus jugos de los alimentos listos para consumir, principalmente durante la compra, el almacenamiento y la preparación de los mismos.
● Consumir leche, derivados lácteos y jugos que estén pasteurizados.
● Conservar alimentos frescos y cocidos en la heladera.
● Evitar la ingesta de medicamentos sin indicación médica e infusiones caseras.
