Un estudio reciente, realizado en Seongnam, Corea del Sur, por un equipo dirigido por el Doctor YeonWook Kim, reveló que el uso de cigarrillos electrónicos luego de dejar de fumar, no reduce las probabilidades de padecer un cáncer de pulmón. Si tu decisión luego de abandonar el tabaco tradicional sin perder el hábito de fumar, fue vapear, es hora de buscar una alternativa.
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Se trata de un hallazgo del equipo del profesor asistente de medicina pulmonar y de cuidados intensivos en el Hospital Bundang de la Universidad Nacional de Seúl. El mismo, fue presentado este lunes en la reunión anual de la Sociedad Torácica Americana (American Thoracic Society) en San Diego.
Según contó Kim, "este es el primer estudio poblacional de gran tamaño que demuestra el aumento en el riesgo de cáncer de pulmón en los usuarios de cigarrillos electrónicos tras dejar de fumar".
Esta revelación, pone en alerta a una gran cantidad de fumadores que han recurrido a los vaporizadores cargados de nicotina como alternativa "segura" a los cigarrillos tradicionales. El equipo de Kim rastreó los resultados de más de 4.3 millones de surcoreanos que se inscribieron en el Programa Nacional de Pruebas de Salud del país entre 2012 y 2014 o 2018. El seguimiento se realizó en 2021.
"Nuestros resultados indican que al integrar las intervenciones para dejar de fumar para reducir el riesgo de cáncer de pulmón, se deben considerar los daños potenciales de usar cigarrillos electrónicos como alternativa al tabaquismo", amplió el director del proyecto en un comunicado de prensa.
Vapear mantiene el alto el riesgo de cáncer de pulmón
Para llegar a esta conclusión, el equipo del Dr. Kim rastreó los resultados de más de 4.3 millones de surcoreanos que se inscribieron en el Programa Nacional de Pruebas de Salud. El resultado fue presentado en la reunión anual de la Sociedad Torácica Americana en San Diego.
Los investigadores, dividieron a los participantes en categorías según sus hábitos de fumar/vapear. Durante el periodo de seguimiento, más de 53.000 desarrollaron cáncer de pulmón y 6.351 murieron a causa de la enfermedad.
"es el primer estudio poblacional de gran tamaño que demuestra el aumento en el riesgo de cáncer de pulmón en los usuarios de cigarrillos electrónicos tras dejar de fumar"
En este marco, el estudio reveló que las personas que habían dejado de fumar durante cinco años o más, pero que vapeaban, seguían enfrentándose a unas probabilidades más altas de cáncer de pulmón letal que las que habían dejado de fumar durante el mismo periodo de tiempo, pero que no habían empezado a usar cigarrillos electrónicos.
Debido a que estos hallazgos se presentaron en una reunión médica, deben considerarse preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
¿Vapear es mejor que fumar?
El uso de cigarrillos electrónicos, especialmente entre los jóvenes, es un tendencia que ha ido en aumento en los últimos años y, a partir del estudio desarrollado por investigadores surcoreanos, representa un hábito peligroso para la salud ya que lograron demostrar que aumenta los riesgos de cáncer de pulmón. De esta manera, la alternativa para aquellas personas que buscan dejar de fumar para mejorar su calidad de vida, comienza a ser una grave amenaza para la salud pública.
Estos dispositivos electrónicos de administración de nicotina, funcionan con batería están disponibles en muchas formas y pueden presentar un aspecto similar a los cigarrillos convencionales, bolígrafos o incluso dispositivos de tecnología elegantes.
El mecanismo de vapeó, emula al de cigarrillo tradicional. Los usuarios inhalan y exhalan un aerosol similar al vapor. Esta novedosa forma de consumir nicotina se fue volviendo cada vez más popular entre las personas que deciden dejar de fumar.
Por ello, muchas personas creen que el vapeo es menos perjudicial para la salud. Algo que no parece ser tan así, a pesar de esta evitando la inhalación de todos los contaminantes del humo del tabaco.
La mayoría de los cigarrillos electrónicos libera nicotina, una sustancia extremadamente adictiva, que puede dañar el desarrollo del cerebro de los adolescentes, niños y fetos en mujeres que vapean durante el embarazo.
Además de la nicotina, el vapor de los cigarrillos electrónicos incluye sustancias potencialmente peligrosas como el diacetil (un producto químico vinculado a una enfermedad pulmonar grave), sustancias químicas cancerígenas, compuestos orgánicos volátiles (COV) y metales pesados como el níquel, el estaño y el plomo.
El líquido utilizado en los cigarrillos electrónicos puede ser peligroso, no solo a consecuencia de su uso previsto. Niños y adultos han sufrido envenenamiento por tragar, respirar o absorber el líquido a través de la piel o los ojos.