Deborah Kim, nacida en Argentina, de padres inmigrantes coreanos, hija de un empresario textil, se sale del mandato y el negocio familiar, para crear su propia marca de cosmética, llamada “Dekka”.
Estudió en la Universidad de Southern California en Estados Unidos, y hoy reside con su marido, hijo, y mascotas en Buenos Aires.
Impacta en las redes sociales, con más de veinte mil seguidores en su cuenta de Instagram, como empresaria, influencer y comunicadora, compartiendo su marca y tips para el cuidado de la piel y el cabello.
"Lo que más costo fue arrancar. Una vez que tuve el laboratorio, hasta en el mismo laboratorio se sorprendían que yo no miraba nada. Ni la incertidumbre del cambio de presidencia, ni la incertidumbre de empezar algo de cero, yo estaba muy enfocada en lo que quería y lo que iba a lograr" comenta la empresaria a Datadiario.
"Lo más importante es comenzar" asevera Deborah en su relato. "Una vez que dan ese salto todo se va acomodando. No es fácil emprender, y todavía queda un largo camino por recorrer. Me cuesta muchísimo delegar, y ya llegué al punto en donde me doy cuenta que todo no se puede, y que uno no es experto en todo lo que hace. Es por eso que hay que reconocer sus propias limitaciones y ver que se puede terciarizar para poder seguir creciendo" comparte Deb, como consejo a todos los emprendedores.
Al igual que Carolina Herrera, Estee Lauder, entre miles de mujeres científicas exitosísimas, Deborah Kim, deslumbra en el mundo de la cosmética, por sus increíbles formulaciones. ¡Orgullo argentino!