A medida que avanza la investigación por el intento de asesinato contra Cristina Kirchner, el celular de Brenda Uliarte, la novia de Sabag Montiel, parece ser la pieza clave que contestará todas las preguntas.
En las últimas horas se conoció que Uliarte y Montiel buscaba alquilar un departamento frente al de la vicepresidenta, lo que abre la posibilidad a que querían realizar el atentado desde una ventana o balcón, pero no pudieron.
Uno de los interrogantes que surge de este dato es cómo pensaban pagar el alquiler en pleno Recoleta, ya que no sería posible simplemente con la recaudación por la venta de “copitos de nieve”.
A medida que van surgiendo pruebas de la premeditación del ataque, a la jueza María Eugenia Capuchetti le sobrarán los motivos para procesar a la pareja que quiso asesinar a la vicepresidenta el pasado jueves 1 de septiembre.
También surgió la figura de Agustina Díaz, la mejor amiga de Uliarte que tenía agendada como “Amor de mi Vida” y sabía desde antes lo que querían hacer: un plan para matar a la titular del Senado.
“Borra todo”, le dijo inmediatamente Díaz a la novia de Montiel tras el fallido atentado contra Cristina Kirchner. “¿Por qué falló el tiro? ¿Cómo mandaste a este tarado?", fueron algunas de las preguntas que le hizo tras ver la noticia en la televisión.
Todo parece indicar que Díaz estaba implicada en el plan desde el inicio y estaba al tanto de todo, como que también Uliarte, que prestó falso testimonio, sería la líder de la banda de los “copitos”.
Financiamiento
Uno de los grandes interrogantes de la causa es quién financiaba y, eventualmente, orientaba o daba instrucciones al grupo de sospechosos, lo que todavía está en etapa de reconstrucción. En ese sentido, resultó sugerente un mensaje de Uliarte hallado en su teléfono: “Si me falta plata ya sé a quien recurrir”, le dijo a una amiga. La jueza ordenó levantar el secreto bancario de los investigados que tengan cuentas y analizar movimientos de aplicaciones como Mercado Pago.
Habían planeado de antemano matar a Cristina Kirchner
La comunicación entre Uliarte y Sabag Montiel puso en evidencia la planificación y el trabajo de inteligencia previo que llevaron adelante ambos detenidos, antes del intento de magnicidio sucedido a las 21 del 1° de septiembre.
En la noche del sábado 27, Cristina habló desde un escenario montado en la esquina de Uruguay y Juncal, luego del vallado que había ordenado el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Allí le pidió a la gente: "Vayan a descansar porque ha sido un largo día", tras la represión de la Policía de la Ciudad.
En los mensajes entre los detenidos se desprende uno que le envió Sabag Montiel a su pareja en el que le cuenta que estuvo a metros del gobernador bonaerense y llegó a tocarle la espalda.
"Le toqué la espalda a Axel Kicillof y se metió en un Toyota Ettios. Se fue, un quilombo", describió el detenido. Y luego le hizo una aclaración a su pareja: "Ella está arriba, pero no creo que salga. Ya fue, dejá. Voy para allá, no traigas nada".
