El Gobierno de Venezuela confirmó en un comunicado que su presidente, Nicolás Maduro, estará representado por el canciller, Yván Gil Pinto, en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que sesionará desde mañana en Buenos Aires, para evitar que se concretara un plan "de la derecha neofascista" para agredir a la deleción venezolana y enturbiar el encuentro multilateral.
"Como estado fundador (de la Celac) nos ubicamos en la primera línea para cuidar el éxito de nuestro principal mecanismo de unión e integración regional a favor de nuestros pueblos", señalaron en el comunicado.
"Por eso queremos informar que en la últimas horas hemos sido informados, de manera irrebatible, de un plan elaborado en el seno de la derecha neofascista, cuyo objetivo era llevar a cabo una serie de agresiones contra nuestra delegación, encabezada por el presidente, Nicolás Maduro, para lo que pretenden montar un 'show' deplorable, a fin de perturbar los efectos positivos de tan importante cita regional, y así contribuir a la campaña de descrédito -ya fracasada- que se ha emprendido contra nuestro país desde el imperio norteamericano", aseveraron desde el Gobierno venezolano.
Por esta razón, anunciaron: "Hemos tomado la decisión responsable de enviar al canciller de nuestro país como jefe de delegación".
Agrega que el Gobierno venezolano agradece al presidente argentino, Alberto Fernández, por "su cordial invitación y por su firme decisión de garantizar el éxito de esta magna reunión".
Lula da Silva junto a Alberto Fernández: "Pido perdón al pueblo argentino por las groserías de Bolsonaro"
El presidente Alberto Fernández se reunió con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien calificó como “un líder de la región y un gran estadista, que inició un proceso político en Brasil que sacó a millones de la pobreza”.
Al recibir a Lula en Casa de Gobierno, Alberto Fernández agregó que también lo vio "liderar la región" que y siente que se inicia "otra etapa”, al graficar: “Nos vinculan los mismos problemas que teníamos antes, por Brasil pasó (Jair) Bolsonaro y por Argentina pasó (Mauricio) Macri, los desafíos son parecidos”.
En esa línea, el presidente brasileño manifestó: "Pido perdón al pueblo argentino por las groserías de Bolsonaro" y aseguró que "hoy es el comienzo de una nueva historia" una en la que dijo que el país "será tratado con el cariño y respeto que se merece". Entre chistes, remarcó: "Ni el futbol nos dividirá, porque los intereses económicos de nuestros hinchas son más importantes que los de los dirigentes de nuestros países".
Además, destacó el incremento del intercambio comercial con Argentina: "La balanza comercial con Argentina era de 7.000 millones de dólares cuando asumí (en 2003)" y era de "39.000 millones de dólares cuando dejé la presidencia (en 2010). En el gobierno de Dilma superamos los 40.000 millones de dólares. Fue muy importante porque Brasil vivía de espaldas a América Latina y de cara a Europa".
"Logramos construir una relación tan fuerte que Argentina pasó a ser el tercer socio comercial de Brasil", precisó Lula da Silva en la declaración conjunta junto a Alberto Fernández en Casa Rosada al referirse al incremento del volumen del intercambio comercial bilateral.
