El presidente Alberto Fernández, asistió a la ceremonia de asunción de su flamante par boliviano, Luis Arce, junto a otras importantes figuras políticas de la región.
Un particular momento se vivió en el Parlamento de ese país, cuando el presidente argentino se asomó por las gradas: los aplausos no se hicieron esperar y los legisladores vitorearon a Fernández.
El jefe de Estado argentino, desde un primer momento se expresó en contra del golpe institucional que sufrió Evo Morales, el año pasado a manos de las Fuerzas Armadas, junto a una coalición de derecha que eligió a Jeanine Áñez como presidenta de facto.
Una vez que asumió, Fernández le brindó asilo político a Morales, desde donde dirigió la estrategia electoral del MAS.