Tras una investigación de la Oficina Anticorrupción (OA), tanto la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el ex jefe de gabinete, Marcos Peña, fueron denunciados por una compra de lanchas que se realizó en el año 2016. Lo que detectó la OA fue la compra a un sobreprecio de 29 millones de dólares a un astillero israelí por embarcaciones de patrullaje. Parece ser que la actual presidenta del PRO adquirió la flota antes de que se abriera un expediente marcando la necesidad y, una vez realizada la compra, fue con una suba de un 138%. La causa cayó en el juzgado federal a cargo de Daniel Rafecas, con la intervención de la fiscalía de Carlos Stornelli.
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Según el decreto 1023/01, donde se establecen las normas de compras y contrataciones, se establece como principio generar la instancia de licitación pública y enviarle invitaciones a , por lo menos, 3 proveedores. Para saltarse ese paso, el gobierno de Mauricio Macri ejecutó el decreto 228/16 donde el entonces presidente afirmó que el país se encontraba en una "emergencia de seguridad pública". La denuncia realizada por la Oficina Anticorrupción sostiene que hubo abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, negociaciones incompatibles y defraudación.
No solamente se encuentran Bullrich y Peña involucrados en este caso, también se lo responsabiliza al Secretario de Coordinación, Formación y Carrera, Alberto Fernando Föhrig, quien dejó su cargo a finales del mandato de Mauricio Macri. Según la OA "avaló el cúmulo de irregularidades y a pesar de ellas lo elevó a para la rúbrica de la ex ministra".
¿Qué se compró?
Se solicitó la adquisición de 4 lanchas Shaldag MKII, fabricadas por el astillero Israel Shipyards Ltd., a través de un Convenio Interministerial con el Ministerio de Defensa de Israel, en vez de recurrir a un proceso de licitación pública. Denunciantes sostienen que se realizó esta maniobra para “para eludir requerimientos normativos y de ese modo adquirir las lanchas a un proveedor que se encontraba previamente seleccionado”. Según un estudio del Área de Investigación del Vector Naval de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, la compra se habría realizado con un sobreprecio del 138%.
