Axel Kicillof manifestó a través de sus redes un análisis puntual sobre la reducción de las sobretasas anunciada por el gobierno nacional respecto al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Al respecto, expresó: "Ayer, el FMI, finalmente, y por presión internacional, redujo la multa anual (“sobrecargos”) que le cobraba a Argentina por el superpréstamo que tomó Macri junto a otros países altamente endeudados, como Ucrania".
Punto por punto
Al respecto, historizó la situación con 11 puntos detallados:
1. Cuando asumió Macri, Argentina no le debía nada al FMI.
2. En 2005, Néstor Kirchner, con una decisión histórica, canceló toda la deuda, sacándonos de encima el control del FMI, uno de los responsables de la crisis de 2001.
3. En el FMI, cada país miembro dispone de un monto para tomar prestado según su participación accionaria en la institución, que en ese momento implicaba para Argentina un límite anual de alrededor de 7.000 millones de dólares.
4. El gobierno irresponsable de Macri, con ayuda de Trump, recibió en 2018 un préstamo de 45 mil millones de dólares que representó desembolsos por cerca del 1.000% de la cuota en 14 meses, convirtiéndose en el crédito mas grande (y escandaloso) de la historia del FMI.
5. Todo ese dinero, y el que Macri había tomado antes en Wall Street, garantizó la bicicleta financiera y se fue por la canaleta de la fuga, que alcanzó 86 mil millones de dólares.
Del papelón a la catástrofe
6. Desde que Macri tomó el mega crédito, Argentina ya pagó más de 4.500 millones de dólares de interés adicionales por sobrecargos.
7. Cuando se hizo este desastre, el ministro de Macri era el Messi de la deuda y de la fuga y es el mismo que hoy: “Toto” Caputo.
8. Milei antes de ser presidente criticaba duramente a Caputo, a quien hoy elogia, justamente por este desmanejo.
9. El gobierno de Milei está queriendo apropiarse de esta decisión del FMI sobre los sobrecargos con la que no tiene nada que ver.
10. Otro enorme papelón de la catástrofe de estafa electoral que estamos viviendo.
11. Esperemos que estos recursos “inesperados” vayan de inmediato a los jubilados, a los estudiantes, a las universidades o a otro fin que no sea garantizar la timba financiera.