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El voto, la gente, el bolsillo

A dos semanas de las PASO, impera la incertidumbre sobre ganadores y perdedores. El desapego social, incluso, tal vez no sea tan fuerte como predicen las encuestas o, por lo menos, quizá no sea demasiado diferente a lo que ocurrió en otros turnos electorales
 

Lunes, 31 de julio de 2023 a las 15 01

La caída en la participación que vienen registrando los escrutinios provinciales es un elemento atendible pero no inconmovible. Habrá que esperar para corroborar si el adelantamiento del calendario electoral que instrumentaron los gobernadores para escindir sus jurisdicciones de los comicios nacionales no es causa de la disminución registrada en la concurrencia. 

Si a la frustración convertida en narrativa mediática expansiva se le suma la impotencia política de los mandatarios para atender a las demandas populares, no es ilógico que el padrón permanezca impávido hasta que lo que se defina sea realmente crucial.

En ese contexto, Sergio Massa protagonizó un raid proselitista desde la semana pasada, que lo llevó por Santiago del Estero primero pero lo paseó por San Juan, La Rioja y Tucumán después. Y ayer, coronó su primera semana de fuerte despliegue territorial con un acto en Merlo.

El entorno del tigrense apuesta a que el voto de los sectores populares en el conurbano bonaerense y el peronismo en movimiento en el norte del país sean la catapulta para dejarlo como el candidato más votado en las primarias

Por eso, Massa expresó que le gustaría que hubiera sanjuaninos en su eventual gabinete, en un claro guiño a Sergio Uñac. Aunque ambos contestaran con una sonrisa ante la consulta de quienes suscriben esta reflexión, la potencia de ese distrito en la generación de riquezas por sus recursos naturales lo convierten al actual jefe cuyano en un dirigente curtido para el área de Minería. "No hay que repartir la liebre antes de cazarla", alegan, de todas formas, los alquimistas.

Massa también parafraseó al cordobés Martín Llaryora durante un acto que compartió con José Luis Gioja, enemistado con su ex delfín en el poder local. "Ningún pituquito de Buenos Aires va a venir a decirles a los cordobeses y los sanjuaninos lo que hay que hacer", arengó en el camping del Satsaid en el departamento sanjuanino de Chimbas. Ante la consulta sobre la posibilidad de que trate de pescar el sufragio de los que optaron por el sucesor de Juan Carlos Schiaretti en Córdoba, un colaborador cercano al precandidato presidencial advirtió que hasta el 13 de agosto Llaryora no se pronunciaría por una cuestión táctica pero no todo el peronismo mediterráneo irá detrás del Gringo.

O sea, Massa sobrevoló la interna del PJ de esa provincia, que cayó en las elecciones frente al candidato de Juntos por el Cambio, Marcelo Orrego

Ya en La Rioja, compartió escenario con el anfitrión, Ricardo Quintela y sus pares Raúl Jalil y Gerardo Zamora, gobernadores de Catamarca y Santiago del Estero respectivamente. Y el sábado, en Tucumán, se floreó ante 50 mil personas en el Predio del Oasis: desde el escenario Juan Manzur se comprometió a que el peronismo tucumano ayude a Massa a convertirse en presidente.

En ambas paradas, Massa llamó a defender con el voto un proyecto de Nación y de provincia, contra el retorno al pasado de la mano de ellos. El líder del Frente Renovador casi no nombra a Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich o Javier Milei. "Cuando decimos ellos, la gente entiende muy bien a qué nos referimos", plantean sus asesores.

Su discurso reivindica las actualizaciones jubilatorias contra la reforma previsional que promueve la oposición; la universidad pública y gratuita contra los que pretenden arancelarla y el fomento a la producción económica para juntar los dólares necesarios para sacarse al fondo de encima. 

El desafío, tal vez como nunca en los últimos 20 años, es conectar políticamente con un pueblo que padece más de 100 por ciento de inflación. Entre tantas otras hipótesis desflecadas en esta etapa, las chances electorales de Massa ponen al país en las puertas de la refutación histórica del axioma que reza que el bolsillo determina el resultado en las urnas: el 13 de agosto se sabrá si la madurez de la sociedad se ofrece como anticuerpo frente al retroceso liberal y empuja al peronismo hacia su propia revitalización.

*Por Cynthia García y Pablo Di Pierri

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