La última vez que Sebastián Villa se había entrenado con el plantel de Boca fue el jueves 29 de julio. Ahora, tras 40 días de ausencia que incluyeron un viaje repentino a Colombia, fiestas, el deseo de marcharse a Europa y varios chispazos con el Consejo de Fútbol, el delantero se presentó en el predio de Ezeiza y volvió a entrenarse junto a sus compañeros.
Cerca de las 7.30 de la mañana, el extremo colombiano, que cumplió con el aislamiento preventivo de 10 días tras regresar de su país, llegó al Centro de Entrenamiento de Boca en su auto blanco lujoso y con la música a puro volumen.
Villa también se tomó un tiempo para poder hablar con sus compañeros y comentarles porqué tuvo tantos días de ausencia. Aunque los hechos fueron de publico conocimiento, el jugador quiso expresar su versión de la historia y remarcó estar completamente a disposición de este nuevo cuerpo técnico.
Tanto en el vestuario como al momento de desayunar se lo vio muy cerca de sus compatriotas Frank Fabra, Edwin Cardona, que quién se recuperó del desgarro, y Jorman Campuzano.
Luego, el entrenador Sebastián Battaglia convocó al plantel al campo de juego para que llevaran a cabo trabajos de activación y el atacante de 25 años pidió la palabra, reunió a sus compañeros y explicó los motivos de su portazo en el club a fines de julio.
La intención desde Boca es recuperar al colombiano y para eso comenzará a realizar una breve pretemporada para ponerse a disposición de Battaglia. Si bien Villa estuvo entrenándose de manera particular en su domicilio, hace más de un mes que no lo hace junto al plantel, ni en un partido de competencia oficial.
Esta "mini" pretemporada durará, en primera instancia, dos semanas, pero también dependerá de la evolución que vaya mostrando Villa día a día.
Fue la primera experiencia con el nuevo DT de Boca, y según Battaglia, el colombiano no tiene un lugar confirmado en el 11 titular una vez que se ponga bien físicamente, sino que tendrá que pelear por su puesto en la cancha.