El brote de coronavirus dejó a River al borde del nocaut en la Copa. Y CONMEBOL terminó de tirarlo a la lona cuando le negó la posibilidad de sumar un arquero a sus filas. Pero... todo cambió. Enzo Pérez, lesionado decidió ponerse los guantes ante la falta de arqueros, y la historia se escribió.
River salió a la cancha sin suplentes y con Enzo Pérez en el arco. Además, dos jugadores debutantes como Lecanda y Peña Biafore. Y River salió a buscar el partido. Algo que parecía imposible. Y salió. Y en 6 minutos se puso 2 a 0 arriba. Y a partir de ahí fue aguantar. ¿El plan? Que no le pateen a Enzo Pérez. Y salió a la perfección. Pudo sobre el final del primer tiempo ampliarlo pero Alvarez falló. Además, le anularon un gol a Fontana.
La estadísticas dicen que Independiente Santa Fe tuvo un 70% de posesión de la pelota. Es que el segundo tiempo fue un monólogo del equipo colombiano pero que no sabía cómo doblegar a River que, paradoja del destino, supo hacer lo que tanto le molesta que le hagan: cerrarse en el fondo. Así, y tras más de 100 años, un jugador de campo ocupó el puesto de arquero en River y fue una victoria por 2 a 1.