El presidente electo Lula da Silva tomará el rumbo de Brasil este primero de enero de 2023 tras vencer en las elecciones a Jair Bolsonaro, quien pronunció su último discurso como mandatario, se retiró entre lágrimas y voló rápidamente con destino a los Estados Unidos, por lo que no estará presente en el traspaso de mando.
Esta será la tercera toma de posesión para Lula, quien ganó su primera presidencia en 2002 y obtuvo el mayor número de votos en la historia de la democracia de un país hasta ese momento con el 61 por ciento de los votos.
En 2006 logró la reelección, otra vez con más del 60% de los votos a favor. En aquella ocasión compitió contra Geraldo Alckmin, que lo acompaño en la fórmula presidencial en las elecciones de 2022 y pasará a integrar su gabinete.
En el medio, Lula da Silva fue encarcelado injustamente por 580 días y Jair Bolsonaro se impuso en las elecciones brasileñas. El año pasado su condena fue anulada por irregularidades en el proceso judicial y falta de imparcialidad del juez Sergio Moro, quien fue ministro de Justicia del jefe de Estado saliente.
Bolsonaro permaneció aislado de los medios tras la derrota en los comicios y la jura de Lula el próximo domingo no será la excepción. Este viernes pronunció su último discurso como presidente y emprendió viaje hacia los Estados Unidos, donde ya se encuentra su hijo Carlos, por lo que no será parte de la ceremonia.
Mientras tanto, sus seguidores continúan acampando frente a la principal sede militar de Brasilia y piden la declaración del estado de sitio para que intervengan las fuerzas armadas. En pocas palabras, buscan un golpe de estado que impida la asunción de Lula.
Lejos de intentar calmar las aguas, el presidente saliente aseguró que dichas protestas “son pacíficas” y que no afectan de ninguna manera al estado de derecho a pesar de que piden explícitamente una intervención militar.
“La protesta es pacífica, siguiendo la ley y debe ser respetada. Siempre estaré actuando dentro de la Constitución”, pronunció Bolsonaro vía redes sociales antes de tomar el avión que lo llevará a Norteamérica.
Flávio Dino, futuro ministro de Seguridad, confirmó que el domingo movilizarán al 100% de las Fuerzas Armadas del Distrito Federal para garantizar la seguridad de Lula y de todos los presentes en el traspaso de mando.
La Corte Suprema de Brasil decidió suspender todos los permisos de portación de armas en Brasilia hasta el dos de enero con el objetivo de reforzar la seguridad y evitar algún posible atentado por parte de seguidores de Bolsonaro. Tampoco se confirmó si se hará el tradicional desfile público.
Lo que sí está confirmado es que se realizará un festival libre y gratuito al que se estima que irán unas 300 mil personas a festejar la vuelta al gobierno del Partido de los Trabajadores. Contará con la participación de artistas como Pabllo Vittar, María Ritay Chico Cesar, entre otros famosos brasileños.
Dino aseguró que será una ceremonia “segura” y “en paz”, donde ciudadanos de todos los estados viajarán para presenciar el acto de asunción acompañado por show culturales en la región central de Brasilia.
El evento formal se realizará en el Congreso, donde se espera que Lula llegue cerca de las 13:45 hora local y la asunción será a partir de las 15 horas(mismo horario para Argentina). Allí el mandatario electo realizará la lectura y firma como nuevo Presidente.