La primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, anunció este domingo que desde noviembre quedará prohibida la ‘reduflación’ (‘shrinkflation’, reducción + inflación), medida tomada por algunas grandes empresas tendiente a bajar el pesaje de los productos sin disminuir e incluso aumentar sus precios.
"Vamos a prohibirla. Desde noviembre, todos los productos sujetos a cambios de cantidad tendrán que señalarlo en las etiquetas para no engañar más al consumidor", dijo Borne al diario Le Parisien.
Distintas organizaciones de consumidores y el mismo gobierno francés vienen denunciando esta práctica ejercida por industrias como Nestlé, Unilever y PepsiCo.
A propósito de este fenómeno, la cadena francesa de supermercados Carrefour comenzó a etiquetar los productos que habían reducido su tamaño o modificado su cantidad habitual como forma de advertencia a los consumidores.
Dentro del grupo de productos señalados por la cadena de supermercados están la marca de té helado Lipton, los chocolates Lindt y los helados Viennetta.
Carrefour comunicó que tenía la intención de presionar a las empresas fabricantes para que mantengan los precios bajos.
"El objetivo de estigmatizar estos productos es poder decirle a las marcas que tienen que repensar sus políticas de precios”, dijo Stefen Bompais, un alto ejecutivo de la cadena.
No obstante, grupos de consumidores advierten que dicha práctica se extiende por toda Europa y que, incluso Carrefour, ha caído en la ‘reduflación’ de los productos de su propia marca.
A principios de septiembre, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, anunció el congelamiento de precios para 5.000 productos básicos y pidió a las grandes industrias que “hagan más” para colaborar en la lucha contra la inflación.