En la madrugada de este jueves, el presidente ruso Vladimir Putin autorizó una operación militar especial en la región ucraniana de Donbás y pidió a los militares que depusieran sus armas y se marchen a casa. En el anuncio, el jefe de Estado dijo: "He tomado la decisión de llevar a cabo una operación militar especial", y aclaró que el objetivo del operativo es "proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años".
En el discurso televisado, Putin aseguró que a Rusia no le quedó otra opción más que defenderse de lo que él considera amenazas que vienen de la Ucrania moderna. "Rusia no puede existir con una amenaza constante que emana del territorio ucraniano", sostuvo.
Vladimir Putin dijo que Rusia respondería instantáneamente si cualquier fuerza externa intentaba interferir en sus acciones y que Moscú intentaría desmilitarizar y "desnazificar" Ucrania.
En el primer balance tras la ofensiva de Rusia, Kiev informó la muerte de más de 40 militares y una decena de civiles. "Sé que más de 40 militares murieron y varias decenas resultaron heridos. También hay una decena de civiles muertos”, dijo Oleksiy Arestovich a la prensa.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, expresó: "Rusia atacó de manera traicionera a nuestro Estado esta mañana, como la Alemania nazi lo hizo en la Segunda Guerra Mundial hace años. Desde hoy, nuestros países están en diferentes lados de la historia mundial. Rusia se embarcó en un camino del mal, pero Ucrania se defenderá a si misma y no abandonará la libertad, no importa lo que piense Moscú". Además, anunció que le dará armas a todos aquellos que quieran resistir a los ataques rusos.