En medio de su gira por Estados Unidos, el ministro de Economía, Luis Caputo, dio una conferencia en un evento organizado por el gigante financiero JP Morgan. Acompañado por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, el funcionario dio una extensa exposición, acerca de la situación económica argentina y cuáles serán los pasos a seguir.
El portal de noticias Infobae, estuvo presente en dicho evento y dio a conocer lo que presenciaron alrededor de 400 personas entre banqueros, financistas e inversores. Bajo el título “Argentina: estabilización, regulación y crecimiento sustentable”, el funcionario comenzó relatando la herencia que dejó el Gobierno anterior en materia económica.
“La herencia que recibimos fue incluso peor de lo que esperábamos. No, no hay dudas. No puedo decirles el nivel de las cosas que presenciamos. Una vez que llegamos al poder, es realmente difícil de creer. Es difícil decirlo sin hacernos sentir mal a todos. Pero la realidad es que casi todo el mundo esperaba que ocurriera una crisis. Cuando dije que me iba a unir al Presidente, todos me dijeron, no seas el primero, porque el primero seguro es el que también se quema”, comenzó.
"Esencialmente, estamos tratando de arreglar todos estos problemas siendo extremadamente ortodoxos en el lado fiscal y también en el lado monetario. El lado fiscal parecía una tarea imposible. Incluso los economistas más respetados, decían que era imposible reducir el déficit fiscal más de dos, dos puntos y medio en un año. Y pudimos llegar a un superávit financiero en el primer mes", expresó.
En este sentido agregó: "Y la razón por la que ponemos tanto énfasis en esto es porque, como todos saben, como formuladores de políticas en Argentina, no tenemos las mismas herramientas que en cualquier país desarrollado, porque no tenemos credibilidad. Así que no importa si llego y digo que vamos a llegar a un superávit fiscal en dos años, o que el Banco Central no va a financiar más al Tesoro, la gente simplemente no lo creerá. Dirán, está bien, a ver si cuando tengan 100.000 personas en la calle, a ver si pueden lograrlo. A ver cuándo vence un bono, si incumplen o piden el dinero al Banco Central”
Acerca de la Ley Omnibus, el funcionario sostuvo que tenían entre sus predicciones que no sea aprobada: "lo que teníamos que hacer era esencialmente alcanzar el equilibrio fiscal por nuestra cuenta, porque sabíamos que iba a ser muy difícil aprobar la ley desde el principio".
En esa línea apuntó contra la oposición: "Seamos realistas, ellos son la oposición. No quieren que te vaya bien sin importar lo que digan en la televisión. Quiero decir, no quieren que te vaya bien. Y si te ven en una posición débil, lo van a explotar"
Acerca de la inflación que empezó muy alta en los primero meses, el ministro indicó: “La inflación continuará. Y la única razón es porque los argentinos están con esta tendencia a pensar que todo va a salir mal. Entonces ¿qué pasó? Casi todo el mundo fijaba el precio de sus productos en la tienda de primera línea con un dólar a 2000, porque eso es lo que les decían todos los economistas de Argentina. Esto va a 2000 el dólar, o a 3000. Los precios se fijaron a un tipo de cambio muy alto que no ocurrió”.
Lo que viene en los próximos meses
Por otro lado el funcionario no esquivó hacer un panorama acerca de lo que serán los meses que vienen. “El mensaje más importante que quiero transmitirles es que no vamos a abandonar estas políticas, pase lo que pase. Y créanme, no he visto a nadie en mi vida con un nivel de convicción como el que tiene este presidente".
"Elogio mucho al presidente por esto, porque estando allí, sé que la reacción normal es dar marcha atrás cuando las cosas se ponen tensas, particularmente cuando no tienes apoyo político. Este presidente nunca dará marcha atrás”, agregó.
Por último apuntó contra la oposición, ya que según su visión "Ven a la política como un negocio y no como un servicio público. Y quieren administrar ese negocio. Y para poder gestionar ese negocio, quieren echarnos, necesitan echarnos. Se están dando cuenta de que eso no está funcionando. Han hecho prácticamente de todo estos tres, cuatro meses, y no ha funcionado en absoluto, como dije".
"Quiero decir, no es sólo que el nivel de popularidad del presidente esté aumentando; se están volviendo cada vez más impopulares. Lo que demuestra que esta vez hay un cambio en la Argentina. Y repito, esto es lo más importante, porque muchos siempre nos hacemos la misma pregunta: ´¿cuándo los argentinos iban a aceptar que tienen que abrocharse el cinturón y hacer la tarea?´ Y creo, nuevamente, que esta es probablemente la primera vez que los argentinos responden a esta pregunta de manera tan alta y clara. ¿No?”, concluyó.