Alejandro Gómez atraviesa la suspensión por doping al haber dado positivo en terbutalina. Según contó el propio futbolista, en octubre de 2022 ingirió un jarabe para la tos y por eso saltó en el testeo. Sus intentos para bajar la pena no han dado sus frutos, ya que las apelaciones fueron ignoradas.
Te puede interesar
Durante la última semana, se dio a conocer que el Papu se sumó al AC Renate de la Serie C de Italia para entrenar: "Hoy le damos la bienvenida a un invitado SÚPER excepcional: Alejandro Papu Gómez estará entrenando con Renate para volver a ponerse en forma y prepararse mejor para volver al campo", expresó la cuenta oficial del equipo.
Papu Gómez y su sanción por doping: "Me llegó dos días antes de la final del Mundial"
En las últimas horas, Gómez rompió el silencio y dio detalles de la suspensión: “Te suspenden de todas las actividades deportivas que incluye el paquete deportivo, director deportivo, entrenador, todo eso. Así que había pensado en iniciar el curso de DT, para aprovechar mi tiempo, pero me encontré con la negativa de que no podía por la suspensión. Eso me bajoneó un poco pero es parte de lo que estoy viviendo”.
“Cuando me dan la pena máxima, se me cayó el mundo, veía muy lejana la suspensión. Habían pasado solo dos meses, no sabía si iba a seguir jugando, un día tenía ganas, al otro día decía ‘me retiro, con 37 años no voy a poder volver, ¿qué hago ahora?’. Fueron muchos altibajos durante muchos veces”, relató.
Luego, el Papu recordó el momento en el que le llegó la sanción, en pleno Mundial de Qatar: “Me llega por mail dos días antes de la final que había dado positivo. En la final del Mundial que te llegue una noticia así es horrible, me enfermé esos dos días, estuve muy mal, estuve con fiebre, seguramente me bajaron las defensas, estaba para atrás. Imaginate festejando pero siempre con la cabeza en qué va a pasar”.
“No se lo quise decir a nadie porque no quería que la gente esté en otro lado que no sea jugar la final del mundo. Me parecía muy egoísta de mi parte ir a contarle algo feo así a los chicos que estaban por jugar una final del mundo, así que mela guardé para después del partido”, explicó.
Por último, reveló qué le dijeron sus compañeros cuando contó la situación: “Cuando te cuentan algo así no es que podés decir mucho, decís ‘qué cagada, tranquilo, se va a solucionar’, cosas normales. Tampoco podés decir mucho. Después, obviamente viajamos hasta Argentina, 30 horas, los festejos, el caos, todo normal cada uno sigue con su vida”.