La vida luego de colgar los botines no suele ser nada sencilla para los futbolistas. Tras estar tantos años dedicados 100% solo al deporte, encontrar nuevo objetivos y metas laborales a veces suele ser complicado para muchos. En el caso de Santiago Silva, quien se retiró el año pasado tras un breve pasó por el Palo de Málaga, apostó a una vida en Europa y decidió dedicarse al rubro gastronómico.
El ex delantero, goleador de grandes equipos como Boca, Vélez, Newell's y más, tuvo un breve ciclo en el fútbol español donde utilizó esa experiencia para hacer base en Málaga y abrir su propio restaurante de comida rápida.
Ya alejado del estrés que transmiten los campos de juego, el uruguayo de 43 años ahora disfruta la rutina al mando de Silvando, un bar tematizado en su propia carrera profesional.
El nuevo restaurante del Tanque Silva en España:
El negocio hace un recorrido completo por la carrera profesional del delantero con camisetas, botines, pelotas, recortes de diarios en los que el uruguayo fue el protagonista y demás recuerdos de su trayectoria como jugador que adornan las paredes.
Los usuarios que ya acudieron a experimentar un almuerzo o una cena destacan la presencia constante de Santiago, quien se acerca a las mesas a charlar con los comensales y chequear que todo esté en orden.
“Esta es mi idea loca, con muchas camisetas por todos lados. El menú tiene una mixtura de comida española, obviamente porque estamos acá, y un poco de comida tradicional como la que comemos en Uruguay y Argentina. Un poco italiana también”, explicó el ex jugador en una charla con Salir Jugando TV. Y reveló que su fuerte no es la cocina: “No voy a cocinar pero porque no sé. Te hago un omelette o alguna cosa bastante sencilla, pero cocinar no es mi fuerte”.
A su vez, contó quién fue la responsable de idear la nomenclatura del restaurante. “Por el apellido primero y fue mi hija que sacó el nombre. Silvando, Silbamos... un poquito de eso para hacerlo más gracioso y real”, admitió con una sonrisa. Conformado por dos pisos, el Pelado inició una nueva faceta en su vida luego de una vida dedicada al fútbol profesional.
Entre las casacas llamó la atención una alternativa de River, de color negro, pese a no haber jugado nunca en el elenco de Núñez. Cabe recordar que Silva jugó dos temporadas en Boca Juniors, entre 2011 y 2013, y consiguió la Copa Argentina 2012 y fue subcampeón de la Libertadores en ese mismo año.
A lo largo de su vida representó a 18 clubes, muchos de estos argentinos, entre los que se destaca Banfield donde formó parte del equipo que le dio el único campeonato al Taladro en Primera División, el Apertura 2009, pero también en Lanús, el eterno rival clásico y con quien ganó la Sudamericana 2013. Dos años después, el delantero volvió a gritar campeón pero esta vez con Vélez bajo las órdenes de Ricardo Gareca, en aquella recordad
La carrera del uruguayo estuvo detenida por no superar un control antidopaje el 12 de abril de 2019, cuando Gimnasia y Esgrima La Plata cayó ante Newell‘s. El Tribunal informó que la sanción era de dos años por haber dado positivo de testosterona y en ese momento arrancó una incansable lucha para que lo dejen volver a jugar al fútbol. “Yo no estoy negando que me ponía este gel para que me ayude, pero lo que yo utilice no fue para sacar ventajas futbolísticas, fue para buscar familia nuevamente”, argumentó el goleador en su momento.
Su regreso se dio con la camiseta de Aldosivi y el 18 de marzo de 2022 anotó su primer tanto tras la suspensión frente a Patronato. Con Martín Palermo como entrenador en ese entonces, el Pelado rompió en llanto al dimensionar que cortó una racha de 762 días sin poder gritar un gol.