Lo sucedido durante la noche del jueves en el Estadio Juan Carmelo Zerillo seguirá causando impacto por mucho tiempo. Cada relato en primera persona es estremecedor y vuelven a dejar a la vista de todos la trágica jornada que se vivió en La Plata hasta largas horas de la madrugada. Cuando el encuentro fue suspendido a los 9 minutos del primer tiempo, lo deportivo quedó en un segundo plano completamente y todas las miradas se enfocaron en las personas que estaban en el lugar durante los graves incidentes.
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Uno de los testimonios más desesperantes lo dio el propio Franco Soldano, delantero de Gimnasia que había iniciado en el equipo titular ante Boca. Cuando los gases lacrimógenos no dejaron continuar el partido, el futbolista vio la desesperación de los hinchas y empezó a tomar conciencia de lo que estaba sucediendo en el estadio. Su postura se transformó completamente al darse cuenta que no encontraba a su esposa, quién está embarazada de seis meses, ni a su hermana que fue a la cancha con su beba recién nacida.
La desesperación por encontrar a su familia llevó a que el futbolista de 28 años se trepara por las distintas tribunas para intentar localizar a sus seres queridos: “Me habrá llevado media hora o 45 minutos... Fueron los 45 minutos más largos de mi vida. Uno a medida que iba buscando también veía la desesperación de la gente, que la estaba pasando realmente muy mal. Me trepé a una platea, no sé por dónde salí. Después salí a la cancha, hasta que los encontré y ahí fue un alivio enorme”.
El estremecedor relato de Soldano luego de Gimnasia-Boca:
"Traté de comunicarme con el celular y era imposible. Salí corriendo en contra de toda la gente que trataba de salir desesperada buscando poder verlos, ver que estén tranquilos, se te pasan tantas cosas por la cabeza", relató el exfutbolista del Xeneize.
Además, Soldano expresó que hasta su propio su padre, que es médico, debió ayudar a algunos hinchas afectados por los efectos de los gases en el interior del estadio: “Hablar ahora en este momento es muy difícil, mi papá es médico y se puso a atender gente en la platea porque no había ambulancias ni nada. Se puso a atender gente en la platea hasta que le dije por favor que se vaya adentro, que priorice a mi señora. Estaba mi hermana con su hija de cuatro meses también”.
En conversación con ESPN, el delantero reconoció que todavía estaba “un poco shockeado” y aclaró: “Fue un momento duro. Recién ahora puedo sacar a mi familia de acá. Es muy difícil descansar esta noche. Cuando entramos y empezamos a escuchar las corridas de la gente que pasaba por el vestuario y que todo el tema de los gases se empezaba a acercar a las plateas donde estaban las familias, creo que ahí se puso peligroso. Termina siendo una noche muy triste, tendría que haber sido una fiesta porque era el partido de la fecha y termina siendo un bochorno”.
Mientras que después sentenció: "Después nos quejamos que el jugador quiere irse afuera, se pone siempre lo económico y hay cosas muchos más importantes. Hablo por mí: tenía a mi señora de nueve meses embarazada en la platea, hoy por primera vez vino mi hermana con una nena de cuatro meses. No pasa por el fútbol, pasa por la vida, la familia, empezás a replantearte muchas cosas”, declaró el futbolista del Lobo totalmente consternado.