Con el correr de los días, parecería que Dani Alves se encuentra más complicado en la causa que lo acusa de abuso sexual sobre una joven de 23 años, hecho que habría sucedido el pasado 30 de diciembre en un baño de una discoteca en Barcelona. Esta semana, el futbolista brasileño volvió a presentarse ante la Justicia para insistir en su pedido de libertad condicional. Sin embargo, sus declaraciones volvieron a quedar en el ojo de la tormenta al admitir por primera vez que tuvo relaciones sexuales con la presunta víctima, situación que había negado en varias oportunidades en sus primeras palabras ante la Justicia.
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Alves, que pidió expresamente volver a hablar con la jueza del caso, la cuál había ordenado su prisión, reveló que la relación "fue consentida" y además señaló que mintió en su primera declaración para ocultar su infidelidad ante su esposa y poder así salvar su matrimonio con Joana Sanz.
Dani Alves insiste con su inocencia:
Alves estuvo durante media hora con la jueza que sigue su causa con la intención de lograr la libertad condicional. El brasileño se encuentra detenido en Barcelona desde el 20 de enero pasado y desde ese momento no consigue salir de la cárcel ya que la magistrada considera que hay “un elevado riesgo de fuga”.
Según contó el propio jugador, él habría conocido a la denunciante esa misma noche en el VIP de la discoteca. Esa noche bailaron y Dani Alves habría coqueteado con ella y una amiga. Luego, tras una propuesta del brasileño, la joven habría accedido ir al baño junto a él "sin presión ni amenazas"
En su nueva declaración, el jugador insistió en que la mujer accedió libre y conscientemente y que las relaciones sexuales fueron “consentidas por ambos”. Los dos pactaron que él regresaría al VIP primero y después lo haría ella minutos después para no levantar sospechas. Allí, el abogado defensor del futbolista argumentó sus palabras con la grabación de las cámaras de seguridad que “entran en conflicto y contradicción con la descripción que hace la denunciante”.
Ahora el problema que enfrentará Dani Alves es pelear día a día por la confianza de la jueza que, por las múltiples versiones que dio el futbolista, podrían afectar en su credibilidad en los relatos. En un primer momento, en un video que grabó tras lo sucedido, aseguró que no conocía a la joven que le denunciaba y que seguramente le acusaba para aprovecharse de su fama, hecho que esta semana se desmintió.
Después, una vez ya iniciado el proceso judicial, Alves explicó ante la jueza que fue él quién entró en el baño en primer lugar, como muestran las cámaras de la discoteca. Pero que ya dentro del baño, Alves explicó que no pasó nada y que la presunta víctima se quedó a su lado mientras él hacía sus necesidades.
Luego, por último, en una tercera declaración el defensor admitió entonces que la denunciante le practicó solo sexo oral mientras él se encontraba sentado. Sin embargo, en las muestras de semen recogidas por la Policía en el cuerpo de la víctima, coincidentes con el ADN del brasileño, provocaron que el futbolista volviera a dar una cuarta explicación de lo sucedido: hubo “penetración vaginal”, aunque en todo momento se trató de sexo “consentido”.
