La situación de Dani Alves en España se complica da vez más. El brasileño, que desde hace un mes completo se encuentra preso por estar acusado de cometer delitos sexuales, padeció un nuevo revés judicial este martes por la mañana: La Audiencia de Barcelona ordenó que el deportista continúe en la cárcel y le negó la posibilidad de pagar una fianza para obtener su libertad condicional hasta el inicio del juicio. Los magistrados consideraron que existe un "riesgo elevado de fuga"
El cuerpo de abogados que trabaja en la defensa del futbolista presentó de manera formal el pedido el pasado 30 de enero, donde se mencionaba un monitoreo constante bajo una pulsera de geolocalización que se ubica en el tobillo del acusado. Sin embargo, la magistrada Anna Marín consideró que no era lo correcto, porque las pruebas del caso "son diversas y no parten solo de la declaración de la víctima". La contundencia de las pruebas en su contra "aumenta exponencialmente el riesgo de fuga inicial", consideró el tribunal antes de confirmar el veredicto.
Además, los jueces también descartaron la posibilidad del pago de una fianza, por más elevada que fuera porque no representa una "vinculación" del futbolista brasileño al proceso judicial, porque tiene un "abultado patrimonio" que le permitiría volver a su país natal. Con esa maniobra, Alves podría apartarse del proceso en su contra, porque no existe tratado de extradición entre ambos países.
De esta manera, el experimentado futbolista de 39 años continuará preso en el módulo 13 del centro penitenciario Brians 2 de la ciudad de Barcelona. El pasado 23 de enero el brasileño fue trasladado a ese complejo para "garantizar su seguridad".
Las acusaciones contra Dani Alves:
Los cargos en su contra incluyen una denuncia por el delito de agresión sexual contra una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona, el pasado 30 de diciembre. Sin embargo, según los testigos presentados, no fue la única mujer que sufrió violencia esa noche por parte del brasileño. Otra chica aseguró que Dani Alves la manoseó "con violencia" esa misma noche.
La joven, la primera denunciante, declaró ante la Justicia y relató cómo fue la noche en la que el jugador no respetó su consentimiento. En la denuncia, dio detalles precisos del jugador, como la existencia de un tatuaje en su pelvis. La joven precisó que el brasileño la encerró en un baño del boliche, donde estaban en el VIP, y que la violó.
"Fui al baño y había un lavabo minúsculo. Dani Alves me metió dentro y cerró la puerta. Yo le dije que quería salir. Me dijo que no podía irme, que le tenía que decir que era su putita. Bajó en ese momento la taza del baño, se sentó y me tiró al suelo. Le dije varias veces que parase", argumentó la víctima.
"Me agarró de la cabeza y me acercó con fuerza con la idea de practicarle una felación, pero no lo logró. Me abofeteó varias veces con violencia y me violó. Me resistí, pero él era mucho más fuerte que yo. Me pidió que no me moviera hasta que él no saliera primero", dijo la denunciante, que, además, renunció al pedido de cualquier posible indemnización económica.