La casa de Gran Hermano va tomando temperatura. Luego de la eliminación de Delfina y Renato, los primeros participantes eliminados de la temporada, los jugadores se encuentran rearmando sus estrategias y buscando nuevas alianzas para ganarse el amor del público. Y en medio de todo eso, este domingo se vivió la tercera gala de eliminación.
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La placa de nominados fue multitudinaria: Brian, Santiago, Andrea, Chiara, Sandra, Luciana, Jenifer y Luz quedaron a un paso de decir adiós. Sin embargo, pasada la medianoche, Santiago del Moro anunció quién debía abandonar la casa más famosa del país.
En un mano a mano muy picante, finalmente la promotora y expareja de Ricardo Centurión fue elegida para abandonar la casa por 65.7% de los votos negativos. Mientras que Luz se llevó el 34.3%.
La primera salvada de la noche fue Andrea, la profesora de musculación que fue la menos votada por la gente. “Sos lo más, era obvio”, le dijo Tato, su aliado en la competencia, mientras ella no salía de su asombro.
El siguiente en recibir buenas noticias fue Brian. El vendedor ambulante, quien mantuvo una fuerte pelea con Sandra, fue el segundo en salir de la placa y luego la siguió Luciana.
Mujer de alto perfil, Sandra fue la cuarta en celebrar en una semana en donde siguió manteniendo choques con Petrona, incluso en la misma gala.
El quinto salvado por los fanáticos fue Santiago, que ya afrontó su tercera gala de nominación consecutiva. Quien no pudo tolerar su algarabía fue Ulises, el cordobés, que es su rival desde el principio del juego.
Entonces quedaron tres mujeres. Justo las que, por uno u otro motivo, terminaron en peleas que tenían a Giuliano en el medio. Al final Chiara, quien disputó el corazón de Nano con Jenifer, quién recibió la noticia más esperada por todas. Así, la jujeña y la participante de Canning quedaron mano a mano en la decisión final del público.
Finalmente, cuando Santiago del Moro mencionó su salida, Jenifer no pudo salir de su asombro. Impactada por la noticia, casi no expresó palabras y solo se limitó a saludar y abrazar a sus compañeros.
Al salir, se besó con Giuliano, su novio, y luego mostró su lado más filoso antes de decir adiós. "Un mensaje. A los que están durmiendo, despiértense que están en Gran Hermano. Y a los caretas, lo mismo”, arremetió, antes de cruzar la puerta con su valija.