La muerte del cuádruple femicida, Ricardo Barreda, sorprendió a muchos, sin embargo quienes conocían su estado actual, sabían que se avecinaba el fatal desenlace.
La única persona con la que mantenía contacto era el periodista Pablo Marti, quien se encontraba elaborando una biografía sobre el asesino. Fue el propio Marti quien reveló la última voluntad de Barreda. "Su última voluntad era ser cremado y que se esparcieran sus cenizas en la cancha de su amado Estudiantes de La Plata".
Sin embargo la institución de La Plata rechazó de plano tal posibilidad "El club tiene una historia muy fuerte de respeto y de participación de mujeres en la vida social y deportiva, y eso marca toda una definición y una postura muy clara [...] No hubo ningún pedido al respecto, no se consideró ni está en evaluación. El tema no admite discusión alguna", dijo un importante directivo del Club.
Por otro lado, Daniel Otero dueño del establecimiento donde pasó sus últimos días afirmó:"Tenía problemas en la próstata, demencia senil, deterioro cognitivo, estaba postrado en silla de ruedas y conectado permanentemente a una sonda. Estaba parcialmente ubicado en tiempo y espacio. Había momentos en que estaba lúcido y otros en los que no sabía ni quién era",