Una anciana de 108 años asistió a un centro de vacunación de la ciudad de Aguilares, Tucumán, este fin de semana, y conmovió a todos los presentes.
Rosaura Bustos ingresó caminando al vacunatorio montado en el Complejo Deportivo Municipal Monseñor Ignacio Herrera aunque le ofrecieron una silla de ruedas. Acompañada por una hija y una nieta, se acercó hasta la silla donde esperó que la vacunen contra el coronavirus.
Recibió la primera dosis de la vacuna Sputnik V y declaró: "Me parece muy bien la vacuna. No siento nada malo ahora estaré protegida gracias a Dios y a la Virgen".
La señora, quien vive en el barrio 9 de Julio, tiene siete hijos y otros 50 descendientes entre nietos y bisnietos. En su juventud trabajó como como obrera en ingenios azucareros y campañas arroceras de la zona y luego como empleada en la casa de una familia fundadora de la zona de Aguilares. Recién a los 90 años se jubiló como ama de casa.
Todavía no le había llegado el turno para vacunarse porque "había un inconveniente con los padrones que gracias al sistema informático se pudo subsanar", explicó Adriana Barrionuevo, directora del Área Operativa y fiscalizadora del Nodo de Aguilares.
"Estábamos ansiosos, esperando esta bendición para ella. Es una emoción muy grande. Mis hermanos querían estar aquí pero no pudieron porque están lejos", celebró su hija María al salir de la posta de vacunación.