Florencia, hija de los ex presidentes Cristina Fernández y Néstor Kirchner y también hermana del diputado nacional, Máximo Kirchner, tiene una vida alejada de la política y la exposición, a diferencia de toda su familia. Instagram suele ser su medio de comunicación donde comparte las obras literarias que más le gustan y también, muy de vez en cuando, publica fotos de su hija Helena fruto de su relación con Camilo Vaca Narvaja. En el día de ayer cautivó el corazón de todos publicando una tierna postal de su primogénita con su madre.
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La hija de los presidentes siempre se ha caracterizado por su perfil bajo. Fue acusada en la causa Hotesur y Los Sauces junto con su madre y su hermano, y físicamente pagó con la persecución política, judicial y mediática con su salud donde tuvo que irse a Cuba. Una vez recuperada y nuevamente radicada en argentina dialogó con Futurock: “Me mandaban policías a mi casa, parecía que todas las semanas iba a pasar algo, tenía dos jueces haciendo conmigo absolutamente lo que querían. Eso fue lo que me enfermó a mí. Obvio que lo mediático sumó un montón porque ya no era como antes que te sacaban en una nota, qué se yo... Yo, de que me inventen cosas y me agredan estoy acostumbrada desde que soy menor de edad”.
En conversación con la misma emisora comentó que sufrió un cuadro de estrés post traumático, un linfedema ligero de miembros inferiores y un cuadro severo de depresión que le provocó no sentirse conectada "con nada". “Estaba mal, estaba muy desganada, no sentía interés. La depresión que yo viví fue muy enajenada. No me interesaba saber cómo estaba nadie”.
Cristina en la UOM habló de sus hijos y nietos
El viernes pasado, en el acto que marcó su regreso luego del casi fatal atentado contra su vida, la vicepresidenta hizo referencia al hecho donde sostuvo que no se dió cuenta del arma en su cabeza. Y que psicólogos y psiquiatras afirman que las personas que han vivido situaciones similares y les han gatillado frente a su cara quedan con traumas de por vida. También, contó que inmediatamente después de enterarse lo que había sucedido cuando vió la televisión, pensó en sus seres queridos, en sus hijos y sus nietos y como esa imagen podría haber quedado perpetrada afectando a sus seres queridos más allegados. En esa parte de su discurso no se dirigió al público como ex presidenta o conductora, sino como víctima de un hecho violento.