El Gobierno reglamentó la ley de uso medicinal de cannabis, la cual "facilita e impulsa la investigación científica orientada a los posibles usos terapéuticos" y tiene como objetivo asegurar "el acceso a las terapias de forma segura e informada para todos los usuarios y usuarias", incluyendo así el "autocultivo o cultivo solidario".
La normativa establece que tanto las obras sociales, como el Estado y las prepagas deben garantizar el acceso y además le otorga al médico "un rol fundamental en el acompañamiento de los pacientes" e incluye la provisión "en forma gratuita por parte del Estado" de derivados de la planta a quienes tengan "indicación médica".
La reglamentación se estableció una vez publicada esta mañana en el Boletín Oficial bajo el decreto 883/2020.
En el marco del ministerio de Salud, la norma crea el "Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, sus Derivados y Tratamientos No Convencionales".
También se apunta al "desarrollo de guías de asistencia, tratamiento y accesibilidad; la provisión en forma gratuita por parte del Estado de derivados de la planta para pacientes que cuenten con indicación médica y con cobertura pública exclusiva, y el impulso de investigaciones relacionadas con los fines terapéuticos y científicos de la planta de cannabis y sus derivados".
"El Estado brindará colaboración técnica para impulsar la producción pública de cannabis en todas sus variedades y su eventual industrialización para su uso medicinal, terapéutico y de investigación en los laboratorios de producción pública de medicamentos nucleados en la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos", expresa el comunicado.
Por último, Valeria Salech, presidenta de la organización Mamá Cultiva, indicó que esto "sienta las bases para comenzar a trabajar una regulación del uso del cannabis en todas sus variantes, como producción y comercialización."