Tras la brutal represión a los jubilados que se manifestaban frente al Congreso este miércoles, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió un comunicado donde "instó a las autoridades a investigar con diligencia lo ocurrido en una protesta el 12 de marzo en Buenos Aires".
Además, mostró su preocupación por "el estado de salud de Pablo Grillo, fotógrafo que fue impactado por un cartucho de gas lacrimógeno en su cráneo".
"Según información recibida por la Oficina, participantes de la manifestación se vieron expuestos a un uso indiscriminado de la fuerza por parte de la autoridad. Muchas manifestantes eran personas de edad avanzada que exigían pacíficamente derechos sociales en materias de jubilación y salud", destacó el organismo.
Asimismo, "como ONU Derechos Humanos recordamos que la existencia de algunos actos de violencia no justifica el uso de la fuerza contra todos los participantes de una manifestación que ejercen su derecho de reunión pacífica".
Por su parte, aseguró que "el uso de la fuerza debe en todo momento respetar los principios internacionales de legalidad, necesidad, proporcionalidad, no discriminación y rendición de cuentas. Además, las armas menos letales -como las lacrimógenas- deben usarse adecuadamente según los estándares internacionales. De no ser así, pueden convertirse en letales". aseguró la ONU.
"Según información recibida por ONU Derechos Humanos, más de cien personas detenidas durante la manifestación han sido liberadas al no hallarse evidencia de que cometieran delitos. En ese sentido, recordamos la importancia de la independencia judicial en la garantía de los derechos de participación, el control de la legalidad de las detenciones y de las actuaciones policiales", cerró el comunicado.
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La violencia policial vista desde arriba: así fue el momento en el que el fotógrafo Pablo Grillo recibe el impacto en la cabeza durante la represión en el Congreso
Pablo Grillo, reportero gráfico de 35 años, fue una de las tantas víctimas de la brutal represión policial que se vivió el pasado miércoles en las inmediaciones del Congreso, en el marco de la marcha de los Jubilados. Aunque hubo otros tantos heridos, el fotógrafo Grillo fue el más afectado, ya que la policía le abrió la cabeza con un cartucho de gas lacrimógeno durante la represión, se encuentra en estado crítico.
Mientras las autoridades investigan el hecho para determinar las responsabilidades, un dron registró un video que muestra el momento exacto en el que el fotógrafo recibe el golpe que hoy lo tiene peleando por su vida en el Hospital Ramos Mejía.
Las imágenes grabadas de arriba muestran un paneo aéreo de los feroces incidentes que provocaron destrozos en la vía pública: allí se observa como los agentes de seguridad lanzan gases lacrimógenos a los manifestantes y utilizan camiones hidrantes que lanzan agua para tratar de dispersarlos.
En medio de todo ese tumulto, en el video se puede ver a Grillo tratando de tomar registros de los incidentes (trabajaba de manera independiente en la cobertura de la marcha), hasta que es impactado por el cartucho de gas lacrimógeno que llega desde el lado donde estaban las fuerzas de seguridad.
Una vez recibido el impacto de manera directa, (descartando así los dichos de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien había puesto sobre la mesa la hipótesis de que el cartucho podría haber rebotado "en el piso" y luego golpeó al fotógrafo), Grillo cae y tres manifestantes se acercan para ver qué le había sucedido; al observar el cuadro de situación, con la ayuda de otros militantes intentan socorrerlo, retirándolo de la zona donde llovían los proyectiles.
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Patricia Bullrich justificó el accionar policial y el disparo a Pablo Grillo
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que la policía realizó el disparo “como dicen los manuales”, pero la granada de gas lacrimógeno “rebotó en el piso” y luego golpeó al fotógrafo.
"Lo que hizo fue rebotar, no sabemos si en el piso o en una estructura metálica muy dura, toda quemada, que ellos mismos habían puesto ahí como barricada, con tal mala suerte que en el rebote (lo impactó)", sostuvo la funcionaria que permitió a las fuerzas de seguridad hoy hacer lo que hacen: reprimir sin castigo.
La Procuraduría de Violencia Institucional formuló una denuncia de oficio para que se investigue la intervención de las fuerzas de seguridad en el hecho. La causa recayó en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°30, con intervención de la Fiscalía N°11 del mismo fuero.
Mientras tanto, el Gobierno denunció por sedición a los detenidos por la protesta de los barras de fútbol y exigió el apartamiento de la jueza Karina Andrade, quien es cuestionada por haber liberado rápidamente a los acusados por los incidentes.
En ese contexto, la magistrada salió a defenderse y dijo que priorizó el derecho de protesta. “No fue una decisión trasnochada, fue una decisión en el marco de priorización de derechos; el derecho a manifestarse”, argumentó esta mañana en declaraciones a Urbana Play.