Nicolás Gabriel Carrizo, el jefe de “la banda de los copitos” que intentó asesinar a Cristina Kirchner, declaró este martes durante seis horas en los tribunales porteños de Comodoro Py e insistió con su inocencia.
Según su versión todo se trató de una broma y aseguró que “no hay un solo mensaje que exponga que él supiera lo que iban a hacer” Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, los dos acusados de haber querido matar a la vicepresidenta.
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Además, explicó que Montiel quiso matar a CFK como una forma de reafirmar su masculinidad ante Uliarte, su pareja la cual supuestamente lo sometió a numerosas humillaciones sexuales que lo habrían puesto en ridículo frente a los demás integrantes de la banda.
Carrizo indicó que Sabag Montiel decidió cometer el magnicidio porque su novia lo empujaba a hacerlo, lo dominaba y quiso actuar como una especie de “macho alfa” para dejar de ser su objeto de burla, según dijeron fuentes judiciales.
El líder de la banda criminal intentó desligarse de los hechos e insistir con su inocencia al momento de explicar el generoso contenido que se extrajo de su teléfono y que lo vinculan de lleno con el atentado.
Sin embargo, su detención llegó luego de que al entregar su celular se le encontraron mensajes incriminadores en los que admitía su participación como por ejemplo: “Andrea, el arma es mía”; “Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal, es un pelotudo”; y “Estamos decididos a matarla a la puta esa (sic)”, entre otros.
Gracias a la pericia pareciera estar ampliamente probado que Carrizo sabía del atentado y estuvo implicado en su organización junto a Brenda Uliarte y Sabag Montiel a pesar de las declaraciones de este martes.
Ya con Carrizo preso se profundizó el análisis de las conversaciones y se encontraron otros chats con mensajes que apuntaban directamente contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y que referían a la fecha del atentado, su muerte y amenazas contra el gobierno.
El abogado Gastón Marano, defensor de Carrizo, explicó qué fue lo que su cliente expuso en la audiencia: “Cuando declaró por primera vez fue una exposición escueta, pero hoy decidió dar una larga declaración explicando los chats que, de nuevo, no tienen nada de nuevos. Eligió escribir a esas personas que iban a reaccionar por su alineación política o cercanía con él para decir que tenía algo que ver”.
De igual forma, intentó desviar la atención de su defendido al asegurar que su procesamiento fue “apresurado” y puso el foco en “por qué Uliarte le pide Carrizo disculpas no una si no dos veces”.
“Todo lo que tenemos por afuera de los chats demuestran su inocencia”, insistió el letrado tras las primera exposición de Carrizo en la que demostró haberse planteado una clara estrategia de defensa para hundir aún más a la pareja y buscar su absolución.
