Este sábado se vivió un festival artístico en la calle, justo frente a las oficinas de Leonardo Cifelli, el secretario del área de Cultura, en la explanada del CCK, junto al monumento de Juana Azurduy.
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Este evento, conocido como "Arde", fue la respuesta de los trabajadores de la Secretaría de Cultura ante los casi 600 despidos ocurridos en el área a comienzos de marzo. Decidieron manifestarse a través del arte, algo que saben hacer muy bien: acercar la cultura al pueblo.
Con la conducción de Gabriela Radice y Mosquito Sancineto, desde las 14 hs en Sarmiento al 100, se llevó a cabo este festival en el que se celebró la riqueza de nuestra herencia cultural y se alzaron las voces contra la injusticia de los despidos y la estigmatización de los trabajadores de la cultura y del Estado en general, según lo destacado en el comunicado oficial de los organizadores.
El evento contó con una gran variedad de artistas, incluyendo a Mala Fama, Karamelo Santo, Paula Maffía, FIFI Tango, Guillermo Fernández, Cafundó, Los Raviolis, Koufequin, Jun Che, Nadia Larcher, Villa Diamante y CeHache Respira, Dj Mamá Tora, Dj Tita, Artistas de Puntos de Cultura y El Ritmo de Mi Calle, entre otros grupos.
Además de las actuaciones en el escenario central, hubo muestras de danzas urbanas de la Casa de la Cultura de Barracas, talleres, una feria del libro con cooperativas editoriales, stands sobre políticas culturales y charlas explicativas sobre las tareas llevadas adelante por los trabajadores cuestionados por la por los actuales dirigentes a cargo del sector.
También se destacó la presencia de un Buffet Solidario, organizado por la Comisión de despedidos de la Secretaría de Cultura, en solidaridad con los cerca de 600 trabajadores públicos del sector cultural que perdieron sus empleos, en un momento en que la cultura es uno de los sectores más golpeados.
Reunieron firmas pidiendo la reincorporación de Roberto Casazza a la Biblioteca Nacional
Tras 27 años de trabajo, el Gobierno nacional lo echó de la institución. Es uno de los máximos referentes latinoamericanos en bibliografías de los siglos XV al XVIII.
El profesor e investigador Roberto Casazza fue despedido de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM) después de 27 años sostenidos de “un trabajo profesional que juzgamos sólido, lúcido, de altísima calidad y gran valor para el país”, plantearon 1.800 docentes universitarios, bibliotecólogos y especialistas de Argentina y del mundo en una carta dirigida a la directora de la institución, Susana Soto Pérez, para que revea la decisión y reincorpore a uno de los máximos referentes latinoamericanos en bibliografías de los siglos XV al XVIII.
Es que el docente de Historia de la Filosofía y del Renacimiento en la Universidad Nacional de Rosario no logró evitar la ola de despidos a trabajadores estatales promovida por el gobierno de Javier Milei. Sin embargo, debido a su antigüedad y su gran trayectoria, muchos le exigieron al ejecutivo que lo devuelvan a su trabajo.
“No sé por qué estoy entre 120 despedidos. Vengo a diario, cumplo el horario, he realizado y realizo muchísimos proyectos relevantes”, sostuvo Casazza en diálogo con Página/12.
En 1997, a sus 28 años, empezó a trabajar en la Biblioteca Nacional durante la gestión de Oscar Sbarra Mitre, hasta que el miércoles antes de Semana Santa recibió un correo electrónico que le informaba su “desvinculación”.
Al conocerse la noticia, colegas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), escribieron una carta solicitando a las autoridades su reincorporación. En menos de 36 horas, el documento juntó cerca de mil firmas, nacionales e internacionales. “El apoyo que he recibido me ha sorprendido, estoy agradecidísimo”, sostuvo Casazza.