En medio de una revisión profunda del cuerpo diplomático, se decidió cesar de sus cargos a Roberto Bosch, actual embajador en España, y al cónsul en Nueva York, Martín Piñeiro Aramburu, como parte de la reorganización de la Cancilleria tras la llegada de Gerardo Werthein.
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Fuentes cercanas al Gobierno confirmaron que el proceso para su regreso a Buenos Aires ya está en marcha. Esta decisión viene gestándose desde hace tiempo y forma parte de un plan más amplio para ajustar la política exterior.
Bosch, que asumió el puesto durante la gestión de la ex canciller Diana Mondino, quedó en la mira tras la salida de Mondino del gabinete, marcada por su voto en la ONU contra el embargo a Cuba, algo que no cayó bien en el entorno presidencial.
Cambios en la Cancillería de Milei: despidieron a dos funcionarios
Uno de los momentos que complicó su relación del diplomático Roberto Bosch con la gestión de Javier Milei fue la falta de sintonía con empresarios clave durante la primera visita del presidente a España.
Además, Bosch no logró construir un vínculo sólido con Jesús Huerta de Soto, economista cercano a Milei y figura influyente en su círculo.
El cónsul en Nueva York, Martín Piñeiro Aramburu, también dejará su puesto. Su salida está relacionada con un polémico evento de Halloween en su residencia, donde se sirvieron bebidas y catering de lujo, lo que generó críticas.
Su reemplazo será Gerardo "Gerry" Díaz Bartolomé, un diplomático con experiencia y actual jefe de comunicaciones de la Cancillería.
Mientras tanto, el canciller Gerardo Werthein analiza cambios en otros puestos clave. Según trascendió, se están considerando nuevas designaciones para embajadas importantes, como la de China, y una posible reducción de estructuras en Europa del Este y África.
Werthein rearma Cancillería y dejó a funcionarios a prueba por 15 días
Gerardo Werthein se encuentra en plena tarea de armar el equipo que lo acompañará en la Cancillería, una tarea que no está exenta de complejidades y tensiones internas tras la destitución de Diana Mondino
Según informó La Política Online, la movida venía acompañada de una serie de cambios impulsados por Javier Milei, quien pidió una "limpieza" para proteger a Karina Milei de los errores que no fueron detectados a tiempo durante su intervención.
En este contexto, el líder libertario solicitó la renuncia de todos los diplomáticos que trabajaron con ella, pero algunos aún no dejaron sus puestos.
La nueva era de Werthein en Cancillería arranca con cambios y dudas
Hasta ahora, los únicos que ya no respondían a la nueva gestión eran Marcelo Cima, ex secretario de Relaciones Económicas, y Mariano Vergara, quien estaba al frente de Asuntos Latinoamericanos.
Cima, que era hombre de confianza de Diana Mondino, busca abrirse camino hacia la embajada en Estados Unidos, aunque su aterrizaje en ese destino no está garantizado.
Por su parte, Vergara se apartó del cargo por su fidelidad a Leopoldo Sahores, el ex vicecanciller que fue reemplazado por Eduardo Bustamante, en una movida acordada con Mauricio Macri.
Según fuentes diplomáticas, muchos de los funcionarios que presentaron su renuncia aún no tienen una respuesta definitiva. "Se están presentando a trabajar, pero sin tareas asignadas", revelaron. Un ejemplo de la incertidumbre que se vive es el caso de Paola Di Chiaro, secretaria de Malvinas, a quien le dieron un plazo de 15 días para definir si continúa o no en el puesto.
La situación es igual de incierta para un grupo de diplomáticos radicales, colaboradores cercanos de Mondino, que tampoco saben qué papel jugarán en el nuevo esquema.
Mientras tanto, Werthein continúa buscando nombres para ocupar posiciones estratégicas en Cancillería, aunque no son muchos los que desean sumarse a un equipo con fuerte intervención de la Casa Rosada.
Entre sus personas de mayor confianza se destacan Juan Corteletti y Francisco Tropepi, pero ninguno regresará al país. Corteletti seguirá como encargado interino de la embajada en Estados Unidos, y Tropepi, por su parte, acaba de asumir como embajador en Naciones Unidas.
El despido de Mondino sigue generando tensión en el cuerpo diplomático, que enfrenta decisiones difíciles del nuevo gobierno. Este lunes, por ejemplo, Argentina fue el único país en la ONU que votó en contra de los derechos de los pueblos indígenas, mientras que Estados Unidos e Israel apoyaron la resolución.
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