Cada día que pasa el desgarro al interior del PRO y el radicalismo se hace más profundo. Los sondeos de intención de voto que llegan al búnker de Patricia Bullrich son deprimentes pero, aun así, fuentes consultadas arguyen que la tropa militante de la ex ministra de Seguridad atraviesa una paradójica recuperación del entusiasmo.
Admiten, en ese sentido, que no se debe tanto a los triunfos electorales que encadenaron los radicales en Santa Fe, Chaco y Mendoza pero se golpean el pecho con la superstición de los que creen que hacer antikirchnerismo duro los depositará en el ballotage.
Sin embargo, ayer por la noche ya empezaban a tensarse los nervios en la Cámara de Diputados. Luego de que el Poder Ejecutivo enviara al Congreso el proyecto de Ley para devolución del IVA, la inquietud de la prensa empezó a ser si Juntos por el Cambio se sumiría en el desconcierto dentro del recinto, a la hora del quórum y al momento de votar, como ocurrió con el tratamiento de la modificación del impuesto a las ganancias.
Y así, salió a la luz que ya hay diputados macristas que quieren votar a favor de la devolución del IVA. Dentro del interbloque, hay quienes plantean que, si se rechazó la ley que eliminaba Ganancias para los trabajadores porque desfinanciaba al Estado, también había que votar en contra en el caso del IVA. Pero empezaron a tallar otras voces que dicen que no se trata del mismo impuesto y que habría que acompañar la iniciativa, si el Gobierno explica cómo suplantará los recursos que deja de percibir.
Es de esperar, en este contexto, que la incertidumbre crezca en estos días para ese sector de la oposición, desplazada a un segundo plano por la amenaza fascista de Javier Milei. "Acá hay que hacer un solo frente democrático contra la locura de este tipo", le decía a este programa ayer un legislador del macrismo puro, y agregaba: "si Patricia pierde, el PRO se parte porque algunos se van con Milei y nosotros nos vamos con Massa".
La necesidad tiene cara de hereje, podrá alegar un incrédulo. Pero aunque la elección no haya terminado y ninguno de los tres candidatos más taquilleros pueda ser destinatario del augurio anticipado de una derrota en las urnas, no son pocos los que piensan dónde acumular para hacer palanca contra los que empujan el país al abismo.
*Por Cynthia García y Pablo Di Pierri