Darío Benedetto cerró su ciclo como futbolista de Boca la semana pasada. El último viernes se confirmó la firma de la rescisión de contrato, que finalizaba en diciembre de este año. Hace un par de meses que el Pipa no era considerado por Diego Martínez, debido al conocido inconveniente disciplinario tras haber celebrado su cumpleaños número 34: fue a kinesiología el día posterior a la fiesta, sin tener inconvenientes físicos, y en charla con el técnico soltó la frase "Noches alegres, mañanas tristes". Desde ese momento, no volvió a integrar la lista de concentrados.
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Sobre cómo se gestó la rescisión, Benedetto explicó un pedido a Juan Román Riquelme: “Me junté con Román y le pedí que me diera una mano. El ciclo estaba terminado. Le expliqué que me sentía bien, pero que necesitaba minutos y el técnico no me los podía dar. Me dijo que me quería mucho y que me iba a ayudar”. Sobre su etapa en el Xeneize, en diálogo con TyC Sports, agregó: “Me hubiera gustado terminar de otra manera y con el mismo nivel que arranqué. No puedo creer que haya hecho 71 goles, logrado seis títulos y estar entre los 20 goleadores históricos de Boca. Jamás en la vida me lo imaginé”.
La relación con Diego Martínez: "Lo que pasó con el técnico muere ahí"
Después de lo trascendido sobre el punto de quiebre del vínculo Benedetto-Martínez, el atacante de 34 años no quiso dar más detalles al respecto: “Lo que pasó con el técnico muere ahí. No soy de los que salen a hablar para que se sepa todo. Para mí eso es tener cero códigos. El cumple lo tenía organizado y no lo podía cancelar. Esto se arma antes. Festejé un cumpleaños nada más".
"De Martínez me quedo más con la persona que con el entrenador. Tuvimos una linda charla donde quedó todo más que bien. Yo le dije que entendía todo y le pedí por favor que me diera una mano para mi salida”, cerró.
Benedetto y su futuro: "Para mí, Sudamérica es jugar en Boca"
A la hora de referirse al próximo club de su carrera, sentenció: "Hay cosas de Brasil, pero cuando yo digo algo lo cumplo. Yo en Sudamérica no. Porque sino me hubiese quedado en Boca sin jugar. Con todo el respeto del mundo a los clubes, no significa que tenga algo especial, pero no. Para mi, Sudamérica es jugar en Boca. La realidad es que no hay nada concreto, mis representantes siguen trabajando. Paciencia, mientras tanto sigo entrenando".
