En las últimas horas, desde Inglaterra se generó una gran polémica alrededor de Alejandro Garnacho. El martes, Manchester United derrotó por 1-0 al Copenhague, por la tercera fecha de la fase de grupos de la UEFA Champions League. André Onana se transformó en el héroe de la noche al atajarle un penal a Jordan Larsson en la última jugada, que pudo haber significado el empate para los locales. Luego del partido, el juvenil español nacionalizado argentino quedó en el centro de la escena por una polémica publicación en la red social X. En ese posteo, compartió una foto del festejo del arquero en agradecimiento por su atajada, con emojis de mono. Esto provocó distintas reacciones, pero las acusaciones de racismo fueron las principales. Con este panorama, la Federación inglesa analiza sancionarlo.
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En medio de todo el revuelo, el propio guardameta camerunés salió a defender a su compañero: "La gente no puede elegir con qué debería ofenderme. Sé exactamente lo que Garnacho quería decir: poder y fuerza. Este asunto no debería ir más allá", expresó en sus redes sociales, y luego subió una imagen de ambos abrazados. Además, para dejar en claro lo que piensan en el United acerca de la situación, Erik ten Hag, el director técnico del equipo, se refirió a la situación en la conferencia de prensa previa al Derbi de Manchester: "No me preocupa en este momento. Estamos hablando con la FA. Puedo confirmarlo y quiero enfatizar que estamos juntos, estamos unidos y eso se ve en el post de André Onana". Hasta el momento, la Federación no emitió comunicados al respecto y Garnacho estaría disponible para el encuentro ante el Manchester City de este domingo, en Old Trafford.
El antecedente de Cavani
En 2020, Edinson Cavani, el actual delantero de Boca Juniors que en ese momento jugaba en el United, compartió una historia de un amigo suyo y le agregó el texto: "Gracias negrito". Aunque tanto Cavani como su amigo aclararon la situación y señalaron que se término era utilizado cariñosamente, la Comisión Reguladora independiente de la Federación inglesa suspendió al uruguayo por tres partidos y una multa de 136 mil euros por tener una "actitud racista".