A poco más de dos semanas para la esperada final de la Copa Libertadores 2023 entre Boca y Fluminense, desde Brasil hablan de un problema con el Maracaná, escenario elegido para albergar el gran partido.
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Flamengo, “dueño” del estadio, no estaría dispuesto a cumplir con ciertos protocolos que exige la Conmebol para sus sedes en esta clase de partidos. A partir de ahí, comenzaron los rumores de un posible cambio de estadio. ¿De qué se trata?
La información surgió durante el mediodía del jueves a través del diario O Globo de Brasil. Según informaron, Flamengo se niega rotundamente a cambiar su localía para los partidos que le resten jugar en el Brasileirao en la previa de la final: juega como local el sábado 28 ante Bragantino y el martes 31 de octubre ante Santos, cuatro días antes del Boca-Fluminense.
Además, pese a no serlo, O Globo destaca que el Fla se adjudica como el club dueño del estadio, lo que le daría la potestad de ceder o no su casa para la final de la Libertadores. Por ende, el medio brasileño aclara que una de las exigencias del Mengao para permitir que se dispute la final en el Maracaná sería “tener más entradas y palcos que Fluminense y Boca Juniors juntos”
La situación ya habría llegado a un límite al punto tal que se realizará una reunión en la sede de CONMEBOL entre Alejandro Domínguez y el Presidente de la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol), en donde el mandamás paraguayo se encargará de rechazar la idea de cambiar eventualmente de sede.
¿Cuál sería la alternativa si se cae el Maracaná? Han mencionado al Morumbí, pero ese mismo fin de semana la Fórmula 1 se correrá en San Pablo, lo que complica todo aún más.
A priori parece poco probable que la Conmebol decida mover la gran definición del torneo a otro escenario, principalmente porque ya hay pasajes, hoteles y entradas vendidas en Rio de Janeiro. Desde la casa madre del fútbol sudamericano tampoco tiene intenciones de hacer semejante cambio a tan pocos días del evento. Sin embargo, las posibilidades, por más bajas que sean, existen.
Desde Boca no han sido notificados de ninguna situación y el club tiene todo diagramado para ir a Rio de Janeiro, donde deberá estar el 1° de noviembre.
