El popular cantante de cumbia Rubén Darío Castiñeiras, más conocido como El Pepo, fue liberado por la Justicia en la causa en la cual había sido condenado a la pena de cuatro años y siete meses de prisión por doble homicidio culposo. En el siniestro vial que lo tuvo como protagonista central ocurrió en julio de 2019 y tuvo dos victimas fatales: Nicolás Carabajal y Nacho Abosaleh, trompetista y asistente de la banda.
La resolución fue firmada por el juez de Dolores Eduardo Campos Campos, que en su fallo señaló que el cantante condujo de manera “imprudente, negligente y antirreglamentaria, bajo efectos de estupefacientes y con un nivel de alcoholemia de 1.02 de alcohol en sangre”.
En enero del 2020, El Pepo había sido beneficiado con la prisión domiciliaria mediante monitoreo con una tobillera electrónica y desde ese momento se encuentra viviendo en su casa de Santos Lugares, en Tres de Febrero. Ahora, tras cumplir la condena, el musico recuperó su libertad.
“El Pepo cumplió la pena. Va a continuar con el tratamiento psicológico y psiquiátrico en orden a su rehabilitación personal. Va a comenzar a trabajar en libertad. Recibió amenazas por parte de familiares de algunas de las víctimas”, sostuvo Miguel Ángel Pierri, el abogado defensor. "Él me dijo ‘no tenemos nada que festejar. Ansío este momento de quedar en libertad, para volver a trabajar, para devolverle a mi familia estos años de ayuda’. También me dijo ‘soy solidario y respetuoso en el dolor’. No nos interesan aquellos que vienen a fomentar el odio. Y en esta causa hubo gente que vino a fomentar el odio", contó el profesional.
Durante la investigación realizada por el Ministerio Público Fiscal de Dolores, se determinó que El Pepo conducía a 139 kilometros por hora, muy por encima del límite permitido en ese tramo de la ruta. Además, los exámenes toxicológicos expusieron el estado psicofísico del Pepo en el momento de la tragedia. Esos estudios concluyeron que el cantante estaba bajo los efectos de cocaína, marihuana y alcohol. Poco antes del vuelco había tomado una mezcla de vodka con jugo de naranja, según declaró una testigo.
El Pepo había sido condenado por “homicidio culposo séxtuplemente agravado por conducción imprudente y negligente, con un nivel de 1.02 gramos por litro de sangre, a un exceso de velocidad de más de 30 km/h de la máxima permitida en el lugar, por mediar culpa temeraria y por ser más de una las víctimas fatales y lesiones graves culposas”.
Además de la pena de cuatro años y siete meses de prisión de cumplimiento efectivo, Castiñeiras fue sancionado con la inhabilitación especial para conducir vehículos durante diez años.
