Este jueves Gran Hermano vivió uno de los días más emotivos de la actual edición. Es que el reality le dio la bienvenida a un nuevo integrante, el cual causó todo tipo de sentimientos en los jugadores y que además cambiará la dinámica de la casa. Tal como sucedió en la temporada anterior, la casa abrió sus puertas a Arturo, un nuevo compañero perruno que fue rescatado semanas atrás luego de que sus dueños lo abandonaran en la ciudad de Bragado.
“Desde muy chico fue maltratado por sus dueños, quienes lo hacían participar de carreras clandestinas y lo utilizaban para cazar. Un día decidieron abandonarlo. Hace una semana fue encontrado en un descampado, llevaba varios días sin comer y se encontraba en condiciones lamentables”, contaron a través de un video.
Mientras escuchaban el relato, algunas jugadoras como Paloma, Zoe y Florencia no pudieron contener las lágrimas. Con un pañuelo en su mano, Paloma comentó: “Los animales son todo, son compañeros de vida, tener un animalito acá...a veces uno necesita una contención que acá hace falta, un animalito te llena el alma"
Todo se dio al comenzar el programa. Mientras los hermanitos se acomodaban para escuchar a Santiago del Moro, la voz de Gran Hermano anunció un nuevo Congelados. Entre la expectativa y el suspenso, los participantes descubrieron que había una valija en el frente de la casa. La misma tenía el nombre de Arturo.
Inmediatamente, todos los jugadores comenzaron a especular si se trataría de un nuevo participante. Mientras la casa se mantenía en silencio, cuatro patas atravesaron la puerta del lugar. Se trataba de un cachorro mestizo de galgo, que tiene un poco más de un año de edad.
“Hola chicos, mi nombre es Arturo, tengo un poco más de un año de vida. Soy un perrito en tránsito, muy juguetón, y un poco temeroso pero estoy feliz de estar en la casa de Gran Hermano. Les detallo los cuidados que tienen que tener conmigo, como dos veces por día, a la mañana y a la noche. Como nosotros”, comenzó diciendo Mauro mientras leía las instrucciones que aparecían en la valija del animal.
“En cada comida como un vaso de un medidor completo, no puedo comer nada que no sea mi alimento. Deberán estar atentos a cuando me quede poquito y avisarle a Gran Hermano. La comida de mi platito no puede quedar ahí todo el día, en caso de que no la coma la deberán levantar y volver a poner en la bolsa. Tengo que tener agua fresca del dispenser siempre a mi disposición y necesito que me la renueven limpia en el recipiente siempre todos los días. Por favor tengan cuidado con dejar elementos pequeños que puedan quedar tirados en el piso, es peligroso ya que me los puedo comer”, continuó leyendo el participante.
Luego, en cuanto a la limpieza de la casa, Mauro finalizó: “Mis necesidades deberán ser levantadas diariamente para mantener la limpieza de la casa. Puedo deambular libremente por todos los sectores de la casa en cualquier horario, excepto en el de la piscina, en el que de estar siempre bajo supervisión, Tampoco deberé ser introducido al agua. Soy responsabilidad de todos en la casa, frente a cualquier señal de enfermedad que pueda tener denle aviso a Gran Hermano”.
Durante los primeros minutos Arturo se mostró muy asustado e intentó refugiarse detrás de una escenografía. De a poco, con paciencia y sin hacer movimientos bruscos, los jugadores se fueron acercando para darle comida y ganarse su confianza.
Al cabo de un rato, ya más tranquilo, Arturo ingresó a la casa y comenzó a jugar con los participantes, especialmente con Martín, que siempre se mostró cerca del animal. El Chino fue uno de los que entabló una relación más estrecha con el perro, quien terminó durmiendo en la cama junto a él.