La competencia de Gran Hermano está cada vez más picante y, luego de un extenuante día en el que los jugadores compitieron por la casa, el teléfono rojo volvió a sonar en la casa. Con la intención de generar cada vez más audiencia y reacciones en redes sociales, la producción encontró otra alternativa para mantener vivo el juego y dejó a todos los participantes en shock.
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Lejos de un beneficio o castigo para una eventual gala de nominación, el reality tuvo un inesperado giro y obligó a un jugador a abandonar inmediatamente la casa. Al escuchar el timbre del telefono, la única que reaccionó a tiempo fue Agostina, pero la ilusión de la policía se desplomó hasta el piso cuando escuchó que la voz de Gran Hermano dijo que se retire de la casa: “Agostina, tenés que abandonar la casa”.
Al despedirse de la casa, la jugadora se encontró con un productor, que rápidamente le vendó los ojos y la dirigió por un pasillo largo que conducía nuevamente al zoom. Con el maquillaje corrido por las lagrimas, Agostina se sacó la venda y Santiago del Moro apareció en el televisor: “Agos, hablá bajito por favor. Disfrutá porque esto no es una maldición, lo ganaste. Este es un juego, ese teléfono sonó, lo atendiste y vas a poder disfrutar esta noche sin que la casa sepa que estás ahí, a metros de ellos”.
Todavía sin entender nada, el conductor intentó tranquilizar a la participante y le explicó que todo fue parte de un juego y que no había quedado eliminada del reality. "Vas a disfrutar de todos los lujos. Tenes comida riquísima, bebida, películas para ver y además, vas a poder ver la casa sin vos. Vas a observar tu vida, tu casa, sin vos ahí. Va a ser de mucha utilidad para vos, y mañana, a la hora de competir por la casa, te voy a volver a presentar. Te vas a reencontrar con tus compañeros. Tenés 24 horas para descansar, disfrutar y observar cómo es el juego desde afuera”.
Shockeada, y en una mezcla de emociones, la jugadora respondió: “No lo puedo creer, me asusté muchísimo, una angustia. Esta cama es lo más, hay pan, rogel, pan, mate. Como me asusté, pensé que me iba”.
Agostina comenzó a investigar toda la comida que había en la heladera y en el mientras tanto, la cámara enfocó a Furia mientras celebraba la salida de su compañera. “Gracias, porque no la aguantaba más, pero no voy a mentir, es una p...para cualquiera que le pase. Y sale por el repechaje, le voy a pedir a mi gente que no la hagan entrar”, lanzó Juliana, quien seguía dolida por el enfrentamiento que tuvieron las participantes la semana pasada.
Por último, y antes de despedirse, Del Moro le advirtió a Agostina: “Por 24 horas no podes fumar, tenés que hablar bajito, y cuando veas películas siempre bajito. Tenés de todo para pasarla bien por 24 horas, disfrutá, pensá. Mañana cuando te vuelva a juntar con los compañeros, antes de competir por la casa, podés contar o no lo que te pasó. Vienen de 9 horas y pico parados, suena el teléfono, atendés, te toca todo este tsunami de información, te vendan los ojos y apareces acá. Tomalo como un gran premio. Vas a recolectar mucha información y fijate cómo te sirve a vos”.
Del otro lado de la casa, los participantes estuvieron hasta altas horas de la noche intentando sacar conjeturas de lo que había sucedido. Ninguna teoría los convencía y no podían creer el giro inesperado que tomó el juego.